Si no hubiera sido porque me hablaron genial de este documental jamás me habría sentado a verlo, porque la verdad es que no he sido yo nunca fan de Lola Herrera, protagonista de esta Función de noche, ni he visto nunca su representación de Cinco Horas con Mario, obra que ha marcado la vida de esta famosa actriz española y espina dorsal de este documental.
Junto a Lola Herrera, su ex marido, Daniel Dicenta, comentan, entre pase y pase de la doble función de la famosa obra de Miguel Delibes, lo que han sido sus vidas, su noviazgo, su matrimonio... hablando del pasado, del presente y del futuro.
Así, Función de noche se convierte en algo así como un Cinco horas con Daniel, en el que podemos ver a una Lola Herrera totalmente abierta a expresar sus pensamientos y emociones, a hablar de cosas que había callado durante muchos años, a pedir perdón y a confesar que le aterra la soledad, el futuro, lo que está por venir.
Si Cinco Horas con Mario es un discurso terrible sobre una sociedad española de provincias oprimida por unas circunstancias históricas, Función de Noche es más de lo mismo y al mismo nivel de la obra maestra de Delibes, ya que Lola y Carmen Sotillo, viuda de Mario, parecen haberse vuelto la misma persona y haber pasado por las mismas experiencias. La intensidad de Lola confensando por fin todo lo que ha llevado dentro durante tantos años se convierte en un monólogo desgarrador que hiela la sangre del espectador.
Daniel también tiene mucho que decir, palabras horribles que nadie se esperaría escuchar de la boca de un padre y de un marido, pero es Lola la que toca fondo en esta confesión en la que deja ver que es una mujer arrepentida, luchadora, frustrada y asustada.
El montaje del documental ayuda a la equiparación de este diálogo de un matrimonio fracasado con la magnífica novela, intercalando fragmentos de la adaptación teatral entre la conversación real de estos dos artistas españoles para llegar a un clímax muy intenso que encoge el corazón. También se intercalan otras situaciones de la vida de Lola Herrera como una visita a una echadora de cartas, un paseo con una amiga o los trámites para la anulación de su matrimonio.
Se pueden sacar miles de conclusiones de un documental como este, que reflexiona sobre la vida, el matrimonio, la madurez, la inmadurez, las cargas, los hijos, el sexo... pero lo mejor que yo os puedo recomendar es que lo veáis y que cada uno saque las suyas. Mucho más que un documental, una verdadera lección, una historia inolvidable. Por lo tanto, el recopetín de documental está más que merecido.