No me resisto a tomar nota de ciertas cosas que veo en el programa electoral que el PP presenta a las próximas elecciones del 21 de octubre. Paso por alto que han evitado pinchar la burbuja gramatical (365 páginas, de las que el 90% es paja) que traslada al lector en un viaje por el tiempo a 2002 («economía del conocimiento», «sociedad de la información»), paso por alto también la importancia que le dan al cambio climático como uno de los «retos» que debe afrontar Galicia (sería mucho más divertido leer que uno de los retos a afrontar son los meteoritos o la llegada de un imperio alienígena malvado).
Tampoco me detengo en cosas muy organicistas, eutáxicas, como reformas muy concretas en la administración (compartir servicio de mensajería, combustibles, agencias de viajes...). Cuando me quedo dormido leyendo trozos muy pesados del programa pepero, sueño que estoy leyendo algún decreto del Imperio Austrohúngaro. Como digo, estas partes son muy propias de funcionarios y hacen mucho hincapié en reformas muy concretas que son absolutamente opacas para el lego (el 75% de la población).
Todo el texto está plagado de brindis al sol en forma de programas y planes. Es como si el programa fuera redactado por diferentes grupos de trabajo y los revisores no estuvieran muy atentos a la hora de darle apariencia de conjunto.
Algunas cosas que me llamaron la atención:
Política económica
Imaginaos que el conocido sello de "Galicia Calidade" tenga buena acogida. ¿Qué haríais vosotros para que dejara de ser efectivo? Ponerlo en todas partes. Eso es exactamente lo que pretende hacer el PP. Sellos en empresas «sociales», en la hostelería, etc.
En el ámbito rural, cuyo peso en la economía es muy limitado, pero de gran importancia en la «marca Galicia» (lol), identifican de forma efectiva el gran problema: falta de competitividad, de tamaños críticos y de capacidad financiera para acometer reformas. Como en el resto de sectores, el programa habla de enterrar ahí dinero público. Es una lástima que partiendo de un diagnóstico correcto, no abran el obturador para tener el cuadro completo: las ayudas a la contratación planteadas tienen poco recorrido. Para que una granja industrial atraiga empleo joven y fije población al territorio, hay que pensar en los servicios públicos que hay en ese ámbito, en las comunicaciones... incluso en la oferta de ocio. El proyecto de Feijoo aquí, parece enfocado a chavales que se pasan de viernes por la tarde a lunes metiéndose lo que no está escrito por garitos de Santa Comba o Melide. Mi idea sin embargo va más encaminada a la recolonización interior e incluso a limar las diferencias en el acceso a los servicios públicos que hay entre el rural y la ciudad. El PP opta por la subvención directa, que desde la perspectiva emic se llama compra de votos.
Lo de hacer una tienda online para el pequeño productor agrario, ni lo comento. Creo que alguien no ha repasado la tasa de introducción de internet en el medio rural... ni ha probado la calidad de las conexiones, redes 3G, etc.
Alta express de empresas agrarias para que puedan arrancar en 72 horas. Estupendo. Me pregunto si hay algún tipo de impedimento razonable para que esa alta express no se pueda aplicar en todos los sectores productivos y comerciales.
Alquilar la explotación de bosques a sus dueños (lo llaman de otra forma, da igual). En principio parece una buena idea: existe una gigantesca superficie forestal subexplotada o no explotada. Bosques que ya están dentro de planes contra incendios, etc. Que entidades públicas y privadas puedan explotarlos, y que la madera tenga un certificado de origen y calidad es algo que tiene un pase. Ahora bien, la madera gallega es el 45% de la madera española ¿tiene Galicia el 45% de la industria transformadora de la madera española? Teniendo en cuenta que el transporte eleva el coste de producción, ¿qué impedimentos se encuentra la industria para ubicarse en Galicia? Eso no lo explica el programa. Sospecho que hay resistencias que se deben a la posición geográfica de Galicia, sin embargo, éstas se deberían de ver atenuadas por las infraestructuras disponibles. Luego debe de haber algún factor más que impida hacer el salto de la extracción a la transformación (nota: Vicente Risco ya menciona este problema en un libro de 1920).
En lo de poner cámaras de vigilancia en los bosques no me detengo. Tan solo pediré que el concurso público esté supervisado por el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Que nos conocemos todos: todavía algunos recordamos que la empresa encargada de repartir guantes y botas a los que recogían chapapote en las playas, era propiedad de la octogenaria madre del vicepresidente de la Xunta.
En Desarrollo Rural, pasan a hablar de la «vertebración sociocomunitaria». Vuelvo a la portada para comprobar que no estoy leyendo un discurso de Ceaucescu ante la Gran Asamblea Nacional de Bucarest. Ok. Aquí relacionan la lucha contra el cambio climático con la concentración parcelaria. Se impulsará la permuta de tierras entre particulares. Dan a entender que no habrá problemas con el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Hay que ser muy cándido para fiarse del PP cuando habla de impuestos. Afortunadamente para los propietarios, las cosas se pueden arreglar con un cuñado en el registro, un poco de typex y unos chupitos de licor café. Como se hizo toda la vida.
A continuación hablan de lo que mencioné unos párrafos antes: la igualación del acceso a los servicios básicos en el rural con la ciudad. Pretenden establecer a 20 minutos de cualquier casa, los servicios públicos básicos. El PP se propone algo que hace décadas consiguieron los clubes de alterne. Para ello, implementarán un Plan de Infraestructuras en el Medio Rural que invertirá cartiños en todos los ayuntamientos atendiendo a criterios objetivos como envejecimiento y despoblación. Es decir, esos ayuntamientos magníficos donde el PP gana con un 90% de los votos -sin pegar un solo cartel electoral-, desde tiempos de Isabel II.
Mar. En la introducción dejan caer que se dedican a las cosas del mar y derivados, 46.000 personas, que generan 4.700 millones de euros. Una división tontorrona me indica que cada empleado en el sector pesquero genera 100.000 euros al año. Algo debe andar mal porque hay marineros que demandan ayudas públicas de forma constante.
Se nota mucho que el programa electoral hace hincapié en sectores con alta movilización social. En estos epígrafes hay muchas más ayudas prometidas, muy concretas, muy compartimentalizadas. Es el caso del sector naval, agronindustrial y energías renovables. Sin embargo, por la energía fósil y la minería pasan de puntillas. Desconozco hasta qué punto no es rentable la extracción de rocas para construcción. Con un 20% de paro yo no pasaría por alto ningún tipo de riqueza posible que se pueda extraer de la tierra.
En el apartado de Comercio dicen que van a hacer una página web. Muy bien, he oído que internet es el futuro. Ay Dios. En el de Turismo dicen que van a «innovar con propuestas tácticas». Ay Dios.
En Turismo también van a hacer un concurso de "Pueblo más bonito". Como en época de Franco. Ahí, innovando. También mueve a risa lo de "Expertos en Galicia": hacer cursos online para «prescriptores de opinión». Supongo que eso también estará relacionado con lo de «preservar y divulgar nuestra identidad», cosa que en mi opinión se hace teniendo hijos y yendo a Misa.
Puesta en funcionamiento del dominio .gal. Ya me explicará algún día el PP o la Xunta qué pintan en la aprobación de un nuevo dominio de internet. Es decir, ahí ni pinchan ni cortan, se quieren apuntar un tanto gratis.
Bienestar
El programa presenta un Plan de Dinamización Demográfica que no me dice nada: sensibilizar a la sociedad sobre la emergencia demográfica, ayudas a la natalidad, plazas de guardería... Prometen crear un Consejo Gallego de Política Familiar para hacer cosas que probablemente ya esté haciendo el sector privado y universitario: recomendaciones sobre política familiar, tema adopciones, etc. En Dependencia prometen 4.000 plazas en residencias para 2020 y al mismo tiempo impulsarán que los dependientes se queden en sus casas. Buen gol. El resto de este apartado son declaraciones de intenciones propias del que quiere quedar bien y sabe que no hay dinero.
En Educación, tema en el que Feijoo tiene la fea costumbre de incumplir su programa, inciden en la preparación de lengas extranjeras y en el uso de herramientas digitales. No sé qué tiene que ver eso con que tengamos una tasa de abandono escolar del 20%, pero bueno. En Universidades, sólo veo novedoso que las universidades gallegas comiencen a ofertar grados online. Luego está el programa de captación de talentos, que todos sabemos qué bien funcionó la pasada legislatura (modo irónico).
Introducción de la igualdad de género como contenido transversal en la educación infantil. En la infantil, ojo.
Sanidad. A imitación de la ley madrileña, tienen pensado aprobar la elección de médico de cabecera y pediatra y el acceso a una segunda opinión («efectivamente, señora, su marido lleva muerto dos semanas, lo confirmo»). Pretenden reducir las listas de espera (sin dinero por medio, las listas de espera son el único indicador del coste, con lo que para conseguir reducirlas tendrán que meter mucho dinero en la sanidad privada. Pero eso no lo dicen). Hay un Plan contra la Obesidad Infantil que parte de unos datos muy curiosos: los niños tienen el doble de probabilidades de ser obesos que las niñas. En caso de gobernar, dicen que esto lo van a resolver con un par de anuncios en la tele. En política sanitaria también prometen cosas muy bizarras como «Paciente 2.0» y abrir blogs.
Con la mitad del presupuesto de la Xunta dedicado a Sanidad, no descartemos que en caso de gobernar aprueben una ley prohibiendo a la gente ponerse enferma. Me parecería más cabal.
Autogobierno
En este bloque, el PP recuerda que están pendientes de recibir algunas competencias ya pedidas (la que más me llama la atención, Museos y Bibliotecas Nacionales). Además, tienen la propuesta partidista de reducir el número de diputados hasta los 61 e institucionalizar la figura de «jefe de la oposición», lo que, en un parlamento donde ya ha habido empate entre grupos de la oposición, no veo cómo lo plantearán.
En la parte dedicada a la lengua, dicen que tenemos que amar el dioma gallego y que van a promover su uso en las gestorías. No mencionan que vayan a dejar de regalar dinero público a editoriales que publican en gallego, para solamente vender esos libros a la Xunta, que los acumula en almacenes. En lo que se refiere a las lenguas en la enseñanza, siguen sin saber muy bien qué hacer y para esta legislatura proponen que los padres indiquen qué lengua materna tienen sus hijos, dando cuatro opciones: gallego, castellano, más gallego y más castellano.
La última parte la dedican a Cultura y Patrimonio. Lo que me llama la atención aquí es que quieran enterrar fondos europeos en el Gaiás. Seguro que a la troika le hace mucha gracia.
Conclusión
Hablar del PP es un coñazo, no sólo por ser aburridos (no me refiero a aburridos en plan «son serios», sino a aburridos en plan «sopor realmente existente») sino además por ser una especie de legión intratable de funcionarios del siglo XIX, aderezados con lo-que-ellos-suponen-que-está-de-moda, litros de ranciedad y caspa y un montón de verborrea para tratar de convencer a gente con pocos estudios, de que son inteligentes.
Me parece un programa totalmente eutáxico, en el sentido que incluso dan por hecha su victoria (hablan de continuar procesos de aprobación de leyes en el Parlamento de Galicia, como si las elecciones fueran un simple trámite engorroso). Es un programa conservador en el sentido de que da la impresión de que nada va a cambiar si ganan. Y es un programa que esconde cierta hipocresía: hablan de austeridad para lo que les interesa, incluso la usan como arma política, cuando en este programa consta la permanencia de embajadas gallegas en el exterior. Por poner un ejemplo catalánido, tan de moda estos días.