Una vez que hemos hecho horchata en casa con chufas remojadas, nos queda una pulpa un tanto arenosa y muy similar a una harina integral. Dando vueltas a qué podía hacer con ella en la cocina (también se puede utilizar como pienso para los animales o abono para las plantas), pensé en utilizarla para hacer una galletas. Busqué por Internet y me estrujé un poco la mente para llegar a una receta propia, de la que he quedado gratamente satisfecho. El toque final y refrescante se lo da el relleno de Crema de Níspero de Ruchey (que nos dieron a probar la gente de Alacena de la Vega).
El resultado son unas galletas un tanto abizcochadas y con una textura donde se nota la fibra de la chufa en cierta forma similar a la del coco rallado. El uso de aceite de coco (que podría sustituirse por margarina o mantequilla) le proporciona un suave sabor que se complementa muy bien con la canela en polvo. La frescura de una fruta tan singular como el níspero, en formato de crema, hace que sean unas galletas que duran poco en la mesa.
Se hacen muy rápidas, sirve como receta de aprovechamiento y el resultado es muy notable.
Ingredientes (para 12 galletas)
- 300 g. de pulpa de chufa tras hacer horchata, bien exprimida.
- 150 g. de aceite de coco, líquido.
- 2 huevos.
- 60 g. de azúcar.
- 1 cucharita de canela en polvo.
- Una pizca de sal.
- Crema de Níspero Ruchey de Alacena de la Vega, cantidad suficiente para el relleno.
Preparación
- Poner en un cuenco (o en una amasadora) todos los ingredientes, excepto la Crema de Níspero Ruchey, y amasar hasta lograr una masa algo más espesa que la de un bizcocho.
- Formar bolas, colocarlas en una placa de horno cubierta con papel vegetal y aplastarlas para formar las galletas.
- Introducir en horno caliente (180º, calor arriba y abajo) y hornear durante 20 a 25 minutos, cuando se empiezan a tostar los bordes.
- Dejar enfriar (si se manipulan calientes se pueden romper).
- Una vez frías, untar con la Crema de Níspero Ruchey una galleta y cerrar con otra encima.