Revista Cocina
Como en casa no nos gusta la bollería y repostería industrial nos gusta tener siempre algún tipo de galleta que aguante bien en una lata y esta es una de ellas ( aunque suelen terminarse rápido) así si tenemos invitados o apetece algo dulce tenemos nuestro dulce de emergencia y sabemos exactamente que nos estamos comiendo...
Estas galletas son muy crujientes y tienen mucho sabor a miel y jengibre, así que si no os gusta alguna de estas dos cosas mejor no las hagáis.
A nosotros nos han gustado mucho porque nos encanta el jengibre y la miel, la de azahar es muy aromática por lo que las galletas inundan la casa de aroma. Podéis usar una miel de sabor más suave si no queréis que el sabor sea tan intenso y predomine el jengibre o incluso si no os gusta la miel usar otro tipo de melaza estilo sirope de maíz.
INGREDIENTES:
225 gr de harina100 gr de azúcar moreno2 cucharaditas de levadura tipo royal en polvo2 cucharaditas de bicarbonato sódico½ cucharadita de sal½ cucharadita de canela1 cucharadita de jengibre en polvo100 gr de mantequilla sin sal cortada en cubos100 gr de miel de azaharAzúcar moreno para rebozar
Precalentar el horno a 180º con calor por arriba y por abajo.
Preparamos dos bandejas de horno planas con papel
En un cuenco pondremos la harina, el azúcar, la levadura, el bicarbonato, la sal, la canela y el jengibre, mezclamos bien.
Incorporamos la mantequilla en dados pequeños, trabajamos la masa con las manos o con un tenedor, estrujando bien para hacer que se integre la mantequilla. Añadimos la miel y terminamos de amasar.
Tomamos pequeñas porciones de masa y hacemos bolitas (unos 25 gr cada una) pasamos cada bolita por el azúcar moreno, pasamos a la bandeja de horno dejando bastante separación entre cada galleta porque aumentan de tamaño. Aplastar ligeramente (solo un poquito).
Cocer en el horno durante 10 minutos, no las dejéis más porque se pondrán excesivamente duras, dejar enfriar sobre una rejilla. Conservar en una lata.