Todavía no me marchara, y ya te echaba de menos.
Suele decirse que detrás de toda receta existe una hermosa historia que le da sentido, que hace que realmente merezca la pena.
Esa historia se convierte así en el verdadero motivo de publicarla y querer compartirla con la gente.
Esta historia bien podría empezar con dos personas cualesquiera, en la cola de su supermercado cualquiera, de un pueblo cualquiera, manteniendo un diálogo acerca de lo buenas que están las galletas de mantequilla con mermelada.
La parte A de esas dos personas le hace notar a la parte B, lo muy capaz que sería de estarlas comiendo sin freno.
A lo cual a la parte B se le encienden las luces y se pone mano a la obra para dar rienda suelta a los deseos inconfesables de la parte A y su ansia devoradora del singular manjar.
Tengo que confesar que a mí estas cosas me pierden.
Me refiero al hecho de la necesidad que nace en mí de querer complacer, ya que las posibilidades de realización en este caso son muchas y no sabes muy bien por cual preparación decantarte.
Básicamente las galletas de mantequilla, o Danesitas, son una mezcla de mantequilla, azúcar glas, a veces huevo y harina en cantidades variables.
De las cantidades que empleemos tendremos dos tipos de masa.
Una más dura, muy apropiada para trabajar con rodillo y cortarla con moldes de figuras variadas, y otra masa más suave, casi como nata montada, muy del estilo de esas cremas que se suelen usar para adornar los cupcakes.
El caso es que no sabía muy bien por que tipo de preparación decidirme, y me dije….¡por las dos!.
Y aquí os traigo entonces las dos preparaciones, muy sencillas, y que nos darán dos tipos de galletas diferentes.
Galletas de mantequilla con mermelada
- Dificultad: Fácil
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Tipo de recetas: Horneado
PREPARACIÓN I
Tiempo empleado:
- Preparación: 15 minutos
- Horneado: 15 minutos
- Tiempo total: 30 minutos
Galletas: 14
Información nutricional por cada galleta:
- Calorías: 92,6
- Grasas: 4,5 g
- Carbohidratos: 11,7 g
- Proteína: 1,2 g
INGREDIENTES:
- 150 g. de harina de repostería
- 40 g. de azúcar glass
- 2 cucharadas de postre de maicena
- 75 g. de mantequilla en pomada
- 1 cucharada de postre de esencia de vainilla
- 2 cucharadas de leche
- Mermelada de fresa
PASOS:
- Encendemos el horno a 220º C sin aire ó a 200º C con él.
- Tamizamos en un bol 15 g. de harina de repostería.
- También 40 g. de azúcar glass.
- Y 2 cucharadas de postre de maicena.
- Incorporamos en dados 75 g. de mantequilla en pomada.
- 2 cucharadas soperas de leche.
- 1 cucharada de postre de esencia de vainilla.
- Mezclamos bien con las manos, hasta que se despegue de las paredes del bol.
- Hacemos bolas de unos 20-22 g.
- Las colocamos sobre papel de horno en una bandeja.
- Les hacemos un hueco en el centro don el dedo pulgar.
- Las rellenamos de mermelada de fresa, o a gusto.
- Las horneamos unos 15 minutos o hasta que notemos que se dora su base.
PREPARACIÓN II
Tiempo empleado:
- Preparación: 15 minutos
- Horneado: 15 minutos
- Tiempo total: 30 minutos
Galletas: 15
Información nutricional por cada galleta:
- Calorías: 143,6
- Grasas: 7,6 g
- Carbohidratos: 16,7 g
- Proteína: 1,8 g
INGREDIENTES:
- 125 g. de mantequilla en pomada
- 100 g. de azúcar glass
- 1 huevo M
- 200 g. de harina de repostería
- 1 cucharada de postre de esencia de vainilla
- 3 cucharadas de postre de nata líquida
- Mermelada de fresa
PASOS:
- Batimos con batidora eléctrica 125 g. de mantequilla en pomada.
- Tamizamos 100 g. de azúcar glass y mezclamos bien.
- Añadimos una cucharada de postre de esencia de vainilla.
- 3 cucharadas de postre de nata líquida.
- 1 huevo M, conjuntamente con una cucharada sopera de harina para que nos e corte la mezcla.
- Batimos todo bien.
- Vamos tamizando el resto de los 200 g. de harina.
- Mezclamos bien con una cuchara de palo.
- Echamos la mezcla en una manga pastelera o un recipiente adecuado con boquilla rizada.
- Vamos depositando porciones en una bandeja de horno con papel especial.
- Hacemos un hueco en el centro y rellenamos con mermelada.
- Horneamos por 15 minutos a 220º C si nuestro horno no tiene aire o a 200 C si lo tiene.
- Nos fijamos cuando empiece a dorar el fondo y sacamos entonces del horno.
Vamos allá con el paso a paso fotográfico.
Para no liarnos vamos a empezar por la Preparación I, la que nos saca una masa más compacta:
Al tiempo que encendemos el horno a 200º C si tiene aire y a 220 si no lo tiene, vamos a empezar tamizando los 150 g. de harina en un bol
Haremos lo mismo, para eliminar la posibilidad de grumos, con los 40 g. de azúcar glass.
Y también las 2 cucharadas de postre de maicena. Yo suelo emplear cucharas medidoras.
Vamos a emplear mantequilla a temperatura ambiente, muy blandita, lo que se suele llamar “en pomada”. Para ello es buena idea sacar de la nevera la mantequilla el día anterior y dejarla en la cocina a temperatura ambiente.
Añadimos los 75 g. de mantequilla en trozos.
2 cucharadas de leche.
Y una cucharada de postre de esencia de vainilla.
Lo empezamos a mezclar todo bien con las manos.
Ya vemos como se va consumiendo la harina.
Hasta que se empieza a despegar de las paredes del bol.
Finalmente nos queda una bola que ni se pega al bol ni a las manos.
Vamos ir haciendo pequeñas bolas.
Una buena forma de hacer las bolas lo más similares posible es colocar la masa en una báscula que taramos a cero.
Vamos sacando porciones, en mi caso de peso entre 20 y 22 g.
Las vamos colocando en una bandeja de horno algo separadas y les hacemos un hoyo en el centro con el dedo pulgar.
Así nos quedan las bolas con su hueco central.
Ahora no tenemos más que ir echando pequeñas porciones de mermelada, en este caso de fresa, pero podéis probar con la que más os guste. No conviene echar demasiada tampoco. Simplemente que llene el agujero.
Ya nos quedan las galletas con su mermelada listas para hornear. Todo depende de cada horno, como siempre, pero en el mío, que es muy simple, sin aire, las tuve unos 15 minutos a 220º C. Si vuestro horno tiene aire interior, seguro que os llega con 200º C.
PREPARACIÓN II
Mientras las galletas se van haciendo en el horno, vamos allá con la segunda preparación. Vamos a batir 125 g. de mantequilla en pomada, de la misma que el caso anterior, ya que partíamos de una barrita de 250 g.
La empezamos a batir bien.
Hasta que nos quede como una crema.
Vamos a ir tamizando poco a poco 100 g. de azúcar glas, integrando bien cada porción antes de añadir la siguiente.
Para ello, entre batida y batida, es buena ida dejar reposar el colador o tamizador en un cuenco para que no se pierda nada de azúcar.
¿Cuanto tiempo debemos batirlo?, pues hasta que notemos, al tacto, que el azúcar ya está integrado y ni se aprecia.
Añadimos una cucharada de postre de esencia de vainilla.
También tres cucharadas de postre de nata líquida.
Y, por último, un huevo M, conjuntamente con una cucharada del total de los 200 g. de harina para evitar que se nos corte la mezcla.
Lo batimos bien integrando todos los ingredientes.
Este fue el momento en que ya iban las galletas de la Preparación I. Las sacamos del horno.
Y las colocamos sobre una rejilla a que enfríen. Al no estar sobre una base sólida, sino sobre una rejilla, aireándose por debajo, se consigue que queden menos húmedas en su base. Quedan mejor así.
Mientras enfrían las galletas, vamos tamizando el resto de los 200g. de harina menos la cucharada que empleamos para batir el huevo. No vamos a emplear batidora eléctrica para la mezcla, sino una cuchara de palo.
Lo vamos removiendo bien y ya notamos que no tarda nada en estar bien integrada la masa. Al tener una proporción mantequilla+huevo alta con respecto a la harina, nos quedará una masa muy suave, y se integrará fácilmente. Debemos de parar de remover cuando veamos que ya está todo integrado. Si seguimos mezclando, corremos el riesgo de que luego las galletas nos queden duras. De ahí también que usemos una cuchara de madera para mezclar y no la batidora eléctrica.
Ahora podemos usar una manga pastelera de plástico desechable o estos aparatos, como los de hacer churros, de boquillas intercambiables. Si usamos manga pastelera y la masa nos quedó algo dura, podemos añadir un poco más de nata y seguir mezclando hasta que nos quede más suave.
Son muy prácticos y, en repostería, tienen mil aplicaciones, simplemente cambiando de boquilla. Además, son bastante más limpios que las mangas pasteleras y aprovechan mejor la cantidad de masa/crema.
En este caso lo voy a usar con boquilla estrellada abierta.
Vamos haciendo la figura que nos interese, en mi caso como unos círculos estriados.
En el centro de cada círculo haremos un hueco con una cuchara de café.
Luego vamos llenando cada hueco con porciones pequeñas de mermelada.
Tras estar unos 15 minutos en horno a 220º C en caso de no tener aire y a 200 si lo tiene, sacamos las galletas. Debemos fijarnos cuando empiecen a dorarse por su base. Ese será el momento de sacarlas.
Al igual que las otras las sacamos a una rejilla a que se enfríen.
Y así quedan ya, por fin, nuestros dos grupos de galletas.
Bueno, pues este es el resultado de nuestra historia.
Espero que os gustara y os animéis a prepararlas.
Ya me contaréis como os fue,
Buen provecho internautas, nos vemos en la próxima receta.
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