Hoy va un post cortito, de unas de mis galletas preferidas. Estan hechas con la clásica masa sablé breton que puede usarse también para hacer bases de tartas.
El sabor de estas galletas siempre me hacen evocar la infancia, su sabor es, para mi, incomparable, y a la altura de las mejores masas de galleta. No tienen nada pero lo tienen todo.
INGREDIENTES
250 g de mantequilla (se puede bajar un poco la cantidad de
mantequilla a 200 g)
320 g de harina floja
215 g de azúcar glas
100 g de yemas
8 g de levadura química
2 g sal
MODO DE HACER
1. Batir la mantequilla en pomada con el azúcar hasta que la masa esté bien cremosa.
2. Ir añadiendo las yemas (que estén a temperatura ambiente) una a una y seguir batiendo hasta que se integren.
3. Tamizar la harina con la levadura y añadirla a la mezcla anterior, añadir la sal y mezclar todo hasta que esté bien integrado.
4. Hacer una bola, ponerla en un film y meterla en la nevera.
5. Tras al menos media hora de reposo se coloca la masa entre dos plásticos y se estira con el rodillo.
6. Con un cortapastas vamos cortando las galletas y las ponemos en una bandeja de horno forrada con papel de horno o con un silpat.
7. Hornear a 175º hasta que estén hechas.
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