El 15M comenzó siendo una iniciativa ilusionante, casi perfecta. Por primera vez en mucho tiempo el pueblo se levantaba y se unía para protestar por las injusticias del sistema. La política se vivía en la calle, se acababa con esa falacia del pueblo mayoritariamente apolítico y apático. Jóvenes, no tan jóvenes, con más formación, con menos, todos salían a decir lo que pensaban en multitud de ciudades. Incluso del mundo, era demasiado perfecto. Ahora, cuando casi se cumple un año, DRY parece sumido en una suerte de lucha fraticida entre unos que quieren una cosa y otros otra. No entro en si está bien lo que unos quieren y lo que los otros no, me es indiferente sinceramente. Toca mirar hacia atrás y hacia delante, con los pies en la tierra siempre.
Seguramente esta no sea la última iniciativa en surgir, probablemente tampoco muera. Quizás simplemente evolucione hacia otra cosa más allá de las envidias, egos, luchas internas, etc. Surja lo que surja solo espero que lo que venga sea algo más definido. Una propuesta seria y madura que sepa lo que quiere conseguir sin tener que montar un ágora para poner de acuerdo a un país entero desde cada una de las plazas. Que sea una propuesta con líderes que aunen voluntades y agilicen decisiones y no atasquen sine die la solución a un problema porque hay que poner de acuerdo a medio mundo. Que la ilusión venga desde una cara y no desde un logo. Que digan si quieren resolver el problema que supone esta administración deshumanizada y tecnocratizada desde dentro del sistema o desde fuera y sea desde donde sea cómo lo van a hacer. Porque la democracia parte de las propuestas, el pueblo elige proyectos terminados, madurados, listos para ser aplicados y así ejerce su autoridad. No crea propuestas. Pretender que el pueblo cree las propuestas es un absurdo, es algo condenado al caos. La democracia de ágora es muy pura y muy romántica pero estaba pensada para ciudades de apenas unos miles de ciudadanos, donde solo una pequeña élite participaba en la política. No es algo que sirva en un país de 40 y pico millones de almas en plena era de la globalización.
Y por todos los dioses, que no se acampen en plena plaza durante meses quién sabe para qué. Los tiempos de los juegos de niños ya pasaron.
Joseba Morales
Dibujante, ilustrador, viñetista. Básicamente garabatero. También en Tenerife Deportivo y Cartoon Movement.
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