Hace tiempo compré una tablita de esas de hacer ñoquis, como con otros objetos de cocina, me imaginaba todo el día haciendo ñoquis y la tabla iba a ser una compra bastante rentable. Pasados los meses, y con la receta perfecta para hacer ñoquis apuntada pero sin encontrar el momento de hacerlos, descubrí los garganelli, un tipo de pasta estriada similar a los macarrones o penne y que se realizaban con la misma tabla. He de decir que me fascinó la idea, tan fan soy de los macarrones, que no podía dejar de preparar estos tan parecidos y tan fáciles y por fin, la tabla ha sido una de mis compras más rentables, a ver si pronto me animo con los ñoquis. La receta, un éxito asegurado, necesitan tan poco para estar deliciosos, que los he acompañado de unos sencillos ingredientes que le han quedado de maravilla, me acompañáis a por la receta?
INGREDIENTES
220 gr. de PASTA CASERA
4 Tomates secos.
1 Cebolla morada.
Un buen puñado de piñones.
Un puñado de olivas negras.
Un rulo pequeño de queso de cabra.
Aceite de oliva.
Sal y pimienta.
PARA PREPARAR LOS GARGANELLI
En anteriores os he explicado cómo preparar PASTA CASERA, así que ese paso lo vamos a saltar y vamos a ir directos a dar forma a nuestros garganelli. Yo me he preparado una plantilla de cartón de 4 cm de ancho para que al ir cortando los trozos de masa, estos tengan el mismo tamaño.
Ajustamos la máquina de pasta hasta el penúltimo tamaño de los rodillos, ya que si dejamos la masa más fina, la forma del garganelli no se mantendrá. Sobre la superficie de trabajo, extendemos la lámina de pasta estirada y con ayuda de nuestra plantilla, vamos cortando tiras de 4 cm y a su vez, estas tiras en 4 cm, de forma que tengamos cuadraditos de 4x4 (podemos hacerlos de 5 o de 6 cm, eso ya va en gustos) Yo los corto con el cortapizza, me resulta un utensilio muy cómodo para cortar las láminas de pasta.
Tomamos uno de los cuadraditos de pasta y comenzamos a enrollarlo en el palito que va con la tabla, en caso de no tenerlo, podemos utilizar incluso un lápiz. En el momento en que la punta que hemos empezado a enrollar en el palito toca el resto de la pasta (ya ha rodeado el palo por completo) presionaremos sobre la tabla, de forma que esta al hacer presión marcará y cerrará el trozo de pasta, dando la característica forma hueca. Sacamos el garganelli del palo sin problema ninguno, este sale casi solo.
Seguimos formando garganelli, y estirando masa de pasta. yo lo hago en partes, es decir, divido la masa de pasta en tres partes y voy estirando y formando una a una. Los dejaremos secar sobre 1 hora para que al cocer no pierdan la forma.
PARA LA SALSA.
- Troceamos los tomates secos y los cubrimos con aceite de oliva para que comiencen a hidratarse. Cortamos la cebolla morada en juliana y la doramos en una sartén con un poquito de aceite. Añadimos los piñones y mantenemos al fuego, removiendo, hasta que comiencen a dorarse. A continuación, incorporamos los tomates secos con el aceite y las olivas negras, freímos un par de minutos más.
- Ponemos una olla al fuego con abundante agua salada, cuando comience a hervir, añadimos los garganelli y los cocinamos unos 4 min desde que vuelva el agua a hervir. cuando estén listos, los vamos sacando con una espumadera y añadiendo a la sartén donde hemos preparado la salsa, mezclando bien pero con cuidado.
- Servimos con el queso de cabra troceado por encima y un poco de pimienta recién molida.
Los garganelli caseros quedan tan ricos que no necesitan de pesadas y elaboradas salsas, aunque les van también de maravilla, ya que estas se introducen por el hueco central, haciendo de recipiente entre el plato y la boca, así que una buena salsa de tomate casera le irá de maravilla.
Los garganelli son un tipo de pasta de la zona de Emilia-Romana, y su origen se remonta al S.XVIII cuando supuestamente, un cocinero iba a preparar unos ravioli de carne, cuando se dió cuenta de que su perro se había comido el relleno, no tuvo más remedio que improvisar, y se puso a improvisar enrollando los trozos de pasta sobre un pequeño palo que tenía. Historias a parte, os recomiendo este tipo de pasta, en casa, que llevan ya unas cuantas, es a día de hoy la que más ha gustado, y eso es todo un mérito para los garganelli.
Aunque parezcan muy laboriosos os aseguro que se hacen muy muy rápido, ya que, como habéis visto, son muy sencillos de preparar, además, la pasta fresca tiene algo maravilloso y relajante que no sabría explicar con palabras, así que os animo a experimentar con ella y descubrirlo por vosotros mismos. Yo siempre me ayudo de la máquina de pasta IMPERIA que podéis encontrar en CLAUDIA Y JULIA que siempre ayuda y facilita muchísimo el trabajo, y sin duda, se ha convertido en mi mejor compañera dentro de la cocina.
Espero que os animéis a preparar esta deliciosa pasta casera, ya veréis que rica que queda y cuanto la vais a disfrutar, os lo garantizo!