Querida anciana, si padeces deterioro cognitivo, Alzhéimer, desorientación témporo-espacial, memoria alterada, tienes la capacidad de juicio crítico limitada o eres analfabeta y de pronto se te aparece una urna sin saber cómo, tranquila, no es una crisis ni un extraño desvarío. Has sido acarreada desde tu asilo por los muchachos del PP. No hace falta que tengas ganas de ir a votar. Por si te aparece un brote de recuerdos, olvídate de antepasados rojos, comunistas, bolivarianos o sueños de libertad, si hubieses tenido algo por estilo: tú vas a votar al partido de la gaviota que para eso pasan aquellos pájaros por tu nube y te bajan del limbo en el que habitas.
Tal que así ocurrió en el asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de Lugo, Galicia, España, Europa. Y tan desamparados, a merced de la rapiña. Un puñado de amnésicas señoras fueron acarreadas hasta el colegio electoral próximo en la jornada de elecciones gallegas del 21 de octubre de 2012. Un delito electoral para el juez. Un ejemplo de “ayuda” para los abnegados incriminados. Para la Fiscalía, un asunto a archivar, otro más. Siempre tan desorientada. Parecen haberse criado entre los polluelos de Génova y volar en comandita. Según el auto judicial “carecían de capacidad para decidir su voto” y únicamente participaron en los comicios porque los miembros del PP los “acarrearon”. Así lo dice. Del verbo acarrear, por ejemplo: “ayúdame a acarrear estos paquetes”, “ayúdame a acarrear estos sobres”. Obviamente, los trajinantes alegan ser unos santos.
Los hechos fueron denunciados en su día y ahora ha quedado demostrado que los imputados formaron parte de un comando organizado del PP para “transportar” votos. Lo único aprovechable de esas ajadas carnes ya no es ni su carne ni su hueso, es una papeleta de PaPel. Hay que ver cómo se ha especializado el buitre. Estamos posiblemente ante el primer juicio por acarreo de votos, modalidad en la que el PP de Galicia no tiene rival. Aun queda decencia en la oposición, por muy desesperada que esté.
Urgen explicaciones por parte de Alberto Núñez Feijóo en su calidad de jefe máximo de la cuadrilla de porteadores y presidente de la Xunta de Galicia. Claro, para eso no hay carretillas, ni muchachos, abnegados, ni “ayuda”. ¿He dicho explicaciones? Jajajá, a ver si me oyen y vienen a por mi pensando que ya estoy gagá o que alucino y me ponen un boleto de la palmípeda en la mano. La gaviota ya hace tiempo que es ave carroñera, hay quien no lo sabe y la elige para su cartel. O cártel.
Esta película está inspirada en hechos reales.