Enviado por Wendy Bernal.
Foto: Janice Haney Carr / CDC / Bette Jensen
Un nuevo estudio, el primero de su tipo a gran escala, indica que las personas que poseen un tipo de gen en particular tienen una resistencia natural contra la fiebre tifoidea.
La fiebre tifoidea se contrae al consumir alimentos o agua contaminados con las bacterias Salmonella typhi o Salmonella paratyphi. Se ha estimado que dicha fiebre causa 200.000 muertes al año globalmente, y que infecta anualmente a 26,9 millones de personas.El hallazgo hecho en la nueva investigación es importante porque esta resistencia natural representa uno de los efectos genéticos humanos más grandes conocidos sobre una enfermedad infecciosa.
El equipo internacional de la Dra. Sarah Dunstan, del Instituto Nossal de Salud Global, adscrito a la Universidad de Melbourne en Australia, revisó el genoma humano en busca de genes asociados con la susceptibilidad o la resistencia a la fiebre tifoidea.
Los autores del estudio han encontrado que albergar en el genoma una forma particular del gen HLA-DRB1 proporciona una resistencia natural contra la fiebre tifoidea. Este gen codifica para un receptor que es importante en la respuesta inmunitaria, al reconocer las proteínas de las bacterias invasoras.
Un conocimiento lo bastante profundo de este mecanismo natural de resistencia a la enfermedad podría ayudar a desarrollar vacunas mejoradas contra la fiebre tifoidea, e incluso potencialmente para otras enfermedades similares.
Se necesitan mejores tratamientos y vacunas para la fiebre tifoidea ya que las bacterias culpables de la enfermedad se están haciendo cada vez más resistentes al tratamiento antibiótico. Además, la actual vacuna es solo efectiva de forma moderada y no protege contra la fiebre paratifoidea, que está aumentando dentro de Asia.