Los nombres de colores pueden funcionar como sustantivos y como adjetivos, pero no todos se comportan igual desde el punto de vista morfológico o gramatical.
Algunos son plenos adjetivos, variando en género y número, como por ejemplo azul, blanco, amarillo, rojo, verde, negro.Por ello concuerdan con el sustantivo, incluido el nombre color:Las flores azules, rojas, blancas y amarillas.Los gatos negros.Los colores amarillos.
Hay colores que son originariamente nombres de plantas, flores, frutos, piedras. Generalmente conservan su referencia como sustantivo y la significación de cualidad “lo que es de color como”:El ocre / Pinturas ocre.Las malvas / Paisajes malva.Las rosas / La camisa rosa.Los granates / La cortina granate.
Estos nombres de color no tienen propiamente comportamientos morfológicos de adjetivos, como los anteriores, sino que son más bien sustantivos que funcionan en aposición al nombre color: el color malva, el color rosa, el color esmeralda. Por eso es que se pueden cometer errores en la concordancia de número cuando acompañan a un sustantivo al que califican:Luces violeta.Las chaquetas rosa.Los pantalones esmeralda.Los vestidos naranja.
Características de los nombres de color
- Cuando designan el nombre del color: el rojo, el verde, el malva, el naranja, los blancos, los negros, son sustantivos:
- Admiten un sustantivo en aposición que indica una tonalidad semejante a la señalada por ellos; en ese caso no hay concordancia con el sustantivo al que califican conjuntamente:
- Pueden ser calificados por otros adjetivos, también sin concordancia:
Frente a esta ambivalencia entre las categorías de adjetivo y sustantivo de los nombres de color, existen derivados por sufijación que son plenamente adjetivos: azulado, amarillento, rojizo, etc.