
Tradicionalmente, se ha administrado la memoria caché usando algoritmos muy simples cuya programación puede estar fijada en los chips.
Sin embargo, en el siglo XXI, para poder satisfacer a los consumidores en sus expectativas de ver aumentar constantemente la potencia de computación, los fabricantes de chips han tenido que comenzar a dotar a estos de cada vez más núcleos, o unidades de procesamiento.
Y a medida que esta cantidad crece, la administración de la memoria caché se vuelve mucho más complicada.
El equipo de Daniel Sánchez y Nathan Beckmann, del Departamento de Ingeniería Electrónica y Ciencias de la Computación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Estados Unidos, ha decidido que ya es hora de que la caché sea gestionada por software, y a tal fin ha desarrollado un nuevo sistema, llamado Jigsaw, que monitoriza los cómputos realizados por un chip multinúcleo y administra la memoria caché en concordancia con esos cómputos.
En experimentos que simularon la ejecución de cientos de aplicaciones en chips de 16 y 64 núcleos, Sánchez y Beckmann constataron que Jigsaw es capaz de acelerar la ejecución en un 18 por ciento como promedio, alcanzando mejoras de más del doble en algunos casos, y a la vez reducir el consumo de energía en hasta un 72 por ciento.
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