Multipolar, multipolaridad
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, o mejor dicho, la operación militar, si se quiere ser más revisionista, ha generado un interés sin antecedentes por los esquemas no unipolares de organización mundial. Creo que todos mis apreciables lectores estarán familiarizados con términos como globalización y neoliberalismo, sin embargo, me queda claro que pocos de nosotros entendemos los alcances, pero sobre todo, la génesis y sus implicaciones.
Globalización y neoliberalismo.
Si bien, podemos establecer que, siempre han existido intercambios comerciales e intelectuales entre los pueblos de la humanidad, los intercambios a niveles transoceánicos sólo en los últimos 500 años, y la concentración de la autoridad cultural, que incluye, la autoridad moral, de manera general en lo que denominamos occidente y de forma particular en EEUU, a nivel planetario, solo en los últimos 40 o 50 años. Porque, aunque desde el siglo XIX, durante todo el período colonial, las potencias europeas, notablemente, Reino Unido, Francia y Holanda, tenían bajo su control, sumadas, prácticamente, a todo el mundo, Hispanoamérica, era una excepción, por un lado, y por otro, no porque, sumadas las áreas bajo su control, significaba que fueran una sola entidad cultural, fundamentalmente, sobretodo, entre las dos principales; Francia y Reino Unido.
Es, realmente, después de la segunda Guerra mundial y más, específicamente, desde la formación del G7 a principios de los años 70, cuando, tanto las vetustas potencias coloniales como la nueva superpotencia, los EEUU, coadyuvaron sus principios estratégicos, tanto en lo económico, como en lo político, como respuesta a un evento que quizás nunca antes había representado una amenaza para sus economías y su estabilidad social, como lo fue el embargo petrolero.
Formar un mundo único para todos, especialmente, sus materias primas.
El embargo petrolero de 1973, en conjunto con otras razones, más de origen particular, como la necesidad de hiper especialización y la eficiencia, digamos que fueron los dos factores o el caldo de cultivo que le permitieron a las tesis neoliberales florecer e interiorizarse en las élites políticas de occidente, hasta manifestarse finalmente a la década de los 80s con la presentación de este proyecto y sus dos caras Reagan y Thatcher.
Aunque desde su presentación, siempre se exaltaron los valores de la libertad y la caída de las fronteras, paradójicamente, ese fue el momento en que los propios EEUU empezaron a construir su muro con México. El objetivo real del proyecto neoliberal anglosajón y del G7, por extensión, era poder tener el control de las materias primas estratégicas de los países periféricos a través de su denominación en una única moneda en los mercados financieros especulativos de NY y Londres, y de permitir que sus grandes empresas, agrícolas, automotrices, farmacéutica, etc, pudieran ser más rentables a través del outsourcing de cadenas de suministro transfronterizas.
Al denominar una serie de bienes en una sola moneda, el dólar, los EEUU, se globalizan, o mejor dicho se imperiañizan, mientras que el resto de países que producen estos bienes quedan sujetos a los intereses económicos de los EEUU a través de su moneda.
El reclamo ruso
Por lo anterior, ha habido cada vez más voces en contra del modelo globalista de los EEUU, sobretodo, desde Rusia y China, aunque en menor medida, también desde Irán y Venezuela.
La operación militar en Ucrania, tal como es llamada en Rusia, no sólo le ha servido para sus intereses políticos y de seguridad, sino también para llevar a cabo, lo que se denomina allá como la agenda multipolar, cuyo atributo más distintivo, consiste en desdolarizar el mundo, sobre todo Eurasia, haciendo que el comercio se haga en las monedas de cada país
Conclusiones
Como conclusión, la multipolaridad busca acabar con la globalización, desdolarizando el comercio internacional, al menos en una primera fase.
De inicio y para las personas más jóvenes o poco familiarizadas con la historia del comercio, la propuesta multipolar rusa es, de hecho, la natural, incluso más justa, sin embargo, para efectos de no caer en protervos reduccionismos, es necesario recordar que hasta hace a penas poco más de una década el principal socio comercial de cada país del mundo eran los propios EEUU, los comercios intrarregionales eran menores incluso minúsculos hace unos 25 o 30 años, en ese entonces hacía mucho sentido dólar izar el mundo porque casi nadie contaba con las normas y el filis para confiar en terceros