Revista Salud y Bienestar

Gluten y Autismo… Un estilo de vida

Por Zonavital @tuzonavital
Colaboración de Norelys Roberti

Una de las afecciones más significativas y marcadas que sufre mi hijo por su condición son las crisis de insomnio, acotando que no todos los niños con autismo sufren de esto y ningún caso es igual a otro, les puedo decir que estos episodios comenzaron a aparecer en el proceso de diagnóstico y han ido variando (para mejor) después de haber comenzado su régimen de alimentación especial (GFCFSF); una dieta que consiste en retirar de la alimentación el Gluten (contenido en trigo, avena, cebada, centeno, Espelta, Kamut, Soya y como aditivo en embutidos, enlatados, productos light, etc.), la Caseína (proteína de la leche contenida en todos los lácteos, incluyendo los deslactosados) y el Azúcar, dejando como base alimentos naturales y sin aditivos químicos.

De todos los profesionales que evaluaron a Juan Andrés en un principio (van 12 hasta ahora), dos me indicaron que la dieta no funcionaba y era una tortura, otro me recomendó no hacerla queriendo medicarlo, y el resto fueron respuestas mixtas, donde a la final en lo único que coincidieron todos fue que en este camino toda lucha vale. Así que tuvimos que pensarlo y tomar nuestra decisión, sentíamos un poco de desconfianza ya que, nuestro hijo siempre tuvo una alimentación sana y nos preguntábamos ¿cómo puede ser más sana?, tampoco entendíamos muy bien la relación entre la dieta y el desarrollo neuronal, ya que hay otros casos en donde la dieta aparentemente no hace efecto, entonces a pesar de las dudas hicimos el esfuerzo de intentarlo, pensando siempre en lo natural y evitando a toda costa la medicación.

Cuando nos explicaron cada detalle del proceso, nos dimos cuenta de que no era una “dieta especial”, era cambiar totalmente nuestro estilo de vida, no solo hablamos de comer diferente, sino de desintoxicar el cerebro de nuestro hijo y crearle un entorno lo más natural y menos contaminado posible.

Hubo partes difíciles y frustrantes, pero al comenzar a ver los resultados (en tan sólo 5 días) nos dimos cuenta de que a pesar de los esfuerzos que significaba tener este estilo de vida, la recompensa es grande cuando hablamos de mejoras en nuestro hijo, nuestro hogar se siente menos pesado y más natural, ya pasamos la etapa de ansiedad y entramos a una de bienestar que no conocíamos.

Ya han pasado 2 años con este estilo de vida, cosa que ya no nos representa muchos sacrificios, no nos ha impedido disfrutar de la vida (todo lo contrario), no le ha robado la niñez a mi hijo (como una vez me dijeron), nos ha permitido aprender cosas nuevas, favorece y mejora las afecciones fuertes del niño y cada día nos hace más expertos en el manejo de su condición como padres.

Si eres una mamá que tiene dudas al respecto de esta “dieta especial” pero quieres intentarlo, te puedo dar las siguientes recomendaciones basadas en mi experiencia personal:

  1. No comiences la dieta por tu cuenta y mucho menos bruscamente, apóyate con algún profesional en el área que certifique que tu niño(a) la necesita, de ser así ve realizando los cambios poco a poco. Esto los ayudará en la adaptación, aprendizaje y podrás ver las reacciones en tu niño(a)
  2. No tienes por qué dejar de preparar lo que más les guste, siempre hay una alternativa y te aseguro que te sorprenderás de lo ricas que son
  3. El cambio significa cocinar un poco más y siempre estar preparada antes de salir, ya que hasta ahora no es confiable comer en la calle, pero si te organizas bien no será mayor problema
  4. Actualmente hay muchos proveedores y tiendas de confianza que apoyan esta iniciativa y venden productos que te pueden ayudar mucho (tequeños, pastelitos, ponqués, yogures, postres, etc.)
  5. Es difícil crear conciencia en las personas que te rodean (como familiares y amigos), pero te aseguro que si los incluyes en los cambios y les explicas lo importante que resulta para tu niño(a), ellos pondrán de su parte para entender y colaborar
  6. No te desvíes de tu objetivo ni te dejes engañar por eso de “un poquito no le hace daño”, porque en este caso el daño más mínimo es muy importante, no es un malestar estomacal ni se trata de que engorde un poquito o no, se trata del cerebro de tu niño(a)
  7. Acepta los cambios de manera positiva y déjate llevar por el bienestar que esto representa, se pasan momentos de ansiedad pero luego te sientes mejor y vives más saludable

Con estas recomendaciones podrás cambiar tu estilo de vida sin mayores complicaciones, ya verás que poco a poco todos se acostumbrarán a comer mejor y a vivir en un entorno más saludable y fresco.


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