Gnaeus Naevius, con este nombre tan peculiar comenzaba la andadura de la literatura romana propiamente romana, es decir, de romanos y para romanos.
Cicerón, como siempre, nos dice que probablemente nació alrededor del 275 o 270 a.C. ¿Por qué? Pues porque su primera aparición en la escena teatral se produjo en el año 235 a.C. (¡solo cinco después de Livio Andrónico!), por lo que concederle un tiempo de formación y trabajo previo de treinta años era bastante prudencial... Vamos, cómo hoy, ¿no?
Respecto a su lugar de nacimiento, algunos investigadores apuestan por Capua o, al menos, alguna de las pequeñas localidades de la Campania, pero se sabe que había una gens Nevia en Roma, por lo que es muy probable que naciera en la capital como ciudadano romano (cives romanus).
Pero lo más llamativo de Nevio era sin duda su personalidad, marcada por un fuerte carácter patriótico y por su participación como soldado en la Primera Guerra Púnica (241 a.C.).
Junto con una capacidad creativa apabullante, le llevó a revolucionar el panorama literario y crear el "drama nacional romano" o la fabula praetexta, cuyo nombre proviene de la vestimenta de los magistrados romanos (toga praetexta) y se basa en leyendas de la historia romana. Dos títulos se conocen: Romulus y Clastidium.
Fue capaz de hilvanar también la épica nacional de tema romano, con su poema Bellum poenicum, donde se cuentan las hazañas históricas romanas frente a los enemigos cartaginenses combinadas con lo mitológico.
Y para terminar, por si todavía no era suficiente, le brindó a los futuros poetas buenos ejemplos de fabula palliata, de tema griego y que, en su mayoría, eran adaptaciones o traducciones de obras de poetas de la Hélade. ¿El nombre? De pallium, una capa griega.
Por supuesto, su poesía estuvo plagada de crítica política. Tanto es así que estuvo en la cárcel por sus obras de teatro, en las que fustigaba con bastante sarcasmo y gracia no solo el ascenso de los Metelos al poder, si no también sus actuaciones como gobernantes e incluso al famoso Escipión.
Por supuesto, aquellos respondieron primero con amenazas y luego con hechos, que llevaron a encarcelar al poeta bajo el cargo de haber presentado mala carmina, prohibidos por la Ley de las Doce Tablas. No fue puesto en libertad hasta que escribió Ariolus y Leon, donde elogiaba a la nobleza y se retractó de sus palabras anteriores.
Sin embargo, hubo de retirarse de la Ciudad y se cobijó en la ciudad de Útica, en África. Cicerón data su muerte alrededor del 204 a.C. por ser la fecha de la última representación teatral, pero quizá fuera más tarde, alrededor del 201 a.C.
Como se puede ver, muy alejado de su contemporáneo Livio Andronico, para el que primaba el tema, el estilo y las referencias griegas. Pero es normal, entre otras cosas él era griego, ¿no? Nevio era un nativo romano orgulloso y que, probablemente, se sabía un hito en las letras romanas. De ahí su epitafio:
Inmortales mortales si foret fas flere,
flerent diuae Camenae Naeuium poetam.
Itaque postquam est Orchi traditum thesauro,
obliti sunt Romani loquier lingua latina.
O lo que es lo mismo: