Revista Cocina

Gnocchi de calabaza con salsa de brócoli

Por Bouquetgarni

A la hora de colocar en fila (del más petizo al más alto) y ponerles un puntaje a modo de ranking a las variedades de ñoquis, los de papa no ocupan los primeros lugares de mi lista (y me apresuro a decir que tampoco los últimos) porque, aunque muy populares, los considero desabridos y muy pesados. En cambio, primeros en mi lista se encuentran los ñoquis de ricota y allí - pegándose a sus talones - los de espinaca, y éstos que quisiera compartir con ustedes hoy: los ñoquis de calabaza, porque son más livianos y más sabrosos. 
Respeto todos los gustos, pero les cuento cuáles son los míos...
Antes de comenzar, permítanme una aclaración. El título de la entrada es "Ñoquis de calabaza con salsa de brócoli"; pues bien, sólo les explicaré cómo preparar los ñoquis en cuestión porque la salsa ya la realicé en ocasión de "Hoy: Pasta con salsa de brócoli".
Hecha la debida explicación, les presento los ingredientes de esta receta.
Ñoquis de calabaza con salsa de brócoli
Como ves, la cuestión es bastante simple. No abundan ingredientes difíciles de tener en casa o de exóticas procedencias. Y, hasta este momento, el mayor esfuerzo significará lavar y cortar a la mitad un zapallo del tipo anco (o una calabaza) chico, de un poco más de un kilo de peso. No olvides quitarles las semillas y las fibras que las acompañan.Colocá las mitades en una asadera, rocialas con un hilo de aceite neutro y llevalas a horno fuerte hasta conseguir que la pulpa se convierta en puré: cuando pinches con un tenedor estará muy tierna y se desprenderá con facilidad de su cáscara. No añadas condimentos de ninguna clase para que la hortaliza no pierda sus jugos naturales y el puré que vayas a obtener quede aguado; ya habrá tiempo para sazonar la preparación.Una vez que esté bien cocida la pulpa de la calabaza, con una cuchara, la desprenderás con facilidad de su cáscara y la colocarás en un bol. Prepará el puré, aplastándola muy bien, y dejá que se entibie o enfríe antes de comenzar la tarea de preparar los ñoquis. No condimentes aun. En caso que después de enfriarse el puré quedara aguado, deberás colarlo muy bien o, incluso, llevarlo en una cacerola al fuego para que pierda toda humedad.Insisto mucho en este punto porque todo (¡Sí, T-O-D-O!) el secreto de la receta reside en que el puré quede lo más seco posible.
¿Por qué es tan importante un poco más o un poco menos de agua? Pues bien, de ello dependerá que los ñoquis se armen, en primer lugar, que queden sabrosos y que no tengas que emplear 4 kilos de harina para lograr prepararlos (Bueno, puede ser que exagerara en un kilo o dos de más, pero es verdad que necesitarás demasiada harina si el puré no está firme y lo más deshidratado posible); además, el resultado final será más pesado que los ñoquis de papa y más soso. Lo que ya es decir mucho...
Al puré de calabaza agregale 2 tazas de queso rallado (el de tu preferencia; incluso, uno light o bajo en grasa como el que empleé yo), 1 huevo de campo, sal, pimienta recién molida y nuez moscada a gusto (y un poquito más, porque ahora tendrás que incorporar la harina).
Ñoquis de calabaza con salsa de brócoli
Llegó el momento de la verdad (redoble de tambores). En mi caso, utilicé 4 tazas de harina 000 y quedaron armados, sabrosos y livianos. Pero, tené en cuenta que esta medida de harina dependerá de la permeabilidad de la calabaza.
En este punto hay que armarse de paciencia e ir incorporando de a 1 las tazas de harina y, ayudándose con un cornet (espátula de panadería de metal o plástico) para no ensuciarse las manos, chequear hasta qué punto la masa necesita o no más harina.
¿Cómo te vas a dar cuenta? El puré pierde su consistencia para transformarse en una masa pegajosa de ésas que uno siente que sólo con un poquito más de harina ya no se pegaría en las manos. En ese punto, dejarás de añadirle más harina (puede que sea menos que mis 4 tazas; por eso, las puse a modo de guía) y volcarás la preparación sobre la mesa de trabajo enharinada.
Tomarás porciones de masa (aunque cuando las cortes se te peguen en las manos, no sucumbas a la idea de seguir añadiéndole más tazas de harina, pensando que te precipitaste en la decisión. Con sólo espolvorearle un poco, alcanzará) y harás rollitos no demasiado finos. Con cuchillo enharinado, cortarás las porciones de ñoquis y los irás haciendo rodar por el utensilio de cocina preparado para los fines de rizarlos, dejándoles las delgadas hendiduras típicas de esta pasta.
Ñoquis de calabaza con salsa de brócoli
Ya es hora de que prepares la salsa (de tu agrado) y que pongas a hervir el agua en donde cocinarás tus ñoquis. En mi caso, no salo el agua ni le agrego aceite, ni nada...
Una vez que el agua comience a hervir con fuerzas, echarás los ñoquis y revolverás con una cuchara de madera - cada tanto - para que no se peguen entre sí.
Cuando los ñoquis se amontonen en multitud sobre la superficie del agua, los irás pescando y llevando a la cacerola donde se encuentra tu salsa para darles el toque final de sabor.
Ñoquis de calabaza con salsa de brócoli
Una opción distinta y muy sabrosa también es retirarlos de la cacerola una vez que hiervan y disponerlos, por capas, en una asadera apta para horno con la salsa de tu gusto (de tomates, choclo, brócoli, boloñesa...) y abundante queso rallado. Una vez cubierta la asadera, colocar abundante queso rallado por encima y llevar a horno fuerte para gratinar.
Ñoquis de calabaza con salsa de brócoli
Estos ñoquis son realmente livianos, sabrosos y de sabor suave. Además, combinan a la perfección con las salsas tradicionales, así como con mantecas saborizadas (con hierbas, quesos, pimentón...), salsa blanca, rosa, de espinacas, coliflor, queso gruyere...
Probalos la próxima vez que te tientes con la idea de hacer ñoquis y después me contás en qué lugar de tu ranking los postulás.
Hasta la próxima. ¡Buena semana! y bon appétit.


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