La propuesta salada de este mes no era sencilla y requería un poquito de maña pero tenía que ser la pasta más típica de Lombardia, la región que nos toca este mes. Personalmente, no soy fan de los ñoquis de patata pero cuando vivía en Italia probé estos y mira...¡no están mal!
Como siempre, primero vamos a ver cómo la he preparado y más adelante os cuento un poco de historia...
Ingredientes: 1,2 kg calabaza (con corteza); 400 g harina; 100 g mantequilla; 2 huevos; 1 diente ajo; 1 ramita romero; queso parmesano rallado; nuez moscada; sal; pimienta.
Preparación: Cortar la calabaza en rodajas con la corteza. Limpiarla de semillas y hebras y colocarla sobre una bandeja de horno que habremos cubierto con papel de aluminio. Cocinar la calabaza en el horno a 180 ºC durante 20-25 minutos, comprobando que está tierna. Sacar del horno y dejar enfríar.
En un bol grande poner la pulpa de la calabaza (nos quedan unos 500 g de pulpa después de pelar) y machacar bien con ayuda de un tenedor o unas varillas. Salpimentar y añadir la nuez moscada y mezclar bien. Añadir los huevos uno a uno e integrar bien con la calabaza. Es mejor hacerlo así que usar las aspas y la batidora ya que si no quedaría demasiado líquido.
Verter sobre esta crema la harina poco a poco y trabajar la mezcla hasta formar una masa consistente. Yo he añadido más harina de lo que pone la receta original y no he añadido la leche pero todo depende de la consistencia de la masa. Si es necesario, añadir más harina o la leche pero la masa debe quedar lo suficientemente consistente como para cortar trocitos y hacer los gnocchi.
De hecho, la dificultad de esta receta y de preparar unos buenos gnocchi es el equilibrio entre la harina y la calabaza. Dependerá del tipo de calabaza que tengamos una pulpa más o menos consistente por lo que haga falta menos harina y así la pasta sabrá más a calabaza.
Mientras dejamos que repose un poco la masa ponemos la mantequilla a fundir a fuego lento en un cacito junto con la rama de romero y el diente de ajo. Con esto será con lo que condimentemos la pasta.
Poner agua en una cacerola a calentar con un poquito de sal y, cuando esté hirviendo, hacer los gnocchi con la ayuda de dos cucharitas y echarlas al agua. Estarán hechos cuando comiencen a flotar (entre 3-5 minutos). Retirar la pasta con una espumadera y colocarla en el plato.
Añadir la mantequilla aromatizada y fundida y cubrir con queso parmesano rallado. Servir inmediatamente.
Los gnocchi (ñoquis en castellano) de calabaza, plato típicamente otoñal, es una de las recetas de pasta fresca más típicas de la región de Lombardia, que es la que nos toca este mes en nuestra aventura culinaria italiana. Dicen que en el siglo XVII, el chef del duque de Mantova, Bartolomeo Stefani, ya preparaba estas deliciosas bolas de masa hervida con la calabaza amarilla de la zona, carnosa y sin filamentos. Sin embargo, al parecer eran conocidas en toda la zona desde mucho antes y, en los días festivos, se ofrecía a los peregrinos en las grandes abadías y monasterios.
Pues hasta aquí llega mi particular versión del RETO DE MARZO y ahora os muestro la receta original, tal cual viene en el libro.
Y aquí os presento las contribuciones de las participantes que se ha animado a experimentar este mes y a las que agradezco de corazón que me haya acompañado en esta aventura. ¡GRACIAS!
Mª del Mar me envía estos deliciosos gnocchi que ha preparado con un color maravillosamente intenso
Rosi, del blog Mi mundo Pinkcake, me envía este plato tan rico que dice "¡estaba buenísimo!"
Y Giovanna, del blog Ke rico, contribuye al reto por primera vez ¡y con esta delicia de su tierra! ¡Nos vemos el mes que viene con una nueva receta! ¡Participa y experimenta nuevos platos! Si quieres saber cómo pincha en el logo.
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