César nació en Roma, Hijo de Julio César y Aurelia, pertenecía a la Gens Julia, que hacía remontar su estirpe a la diosa Venus y el troyano Anquises, padres de Eneas.
* Era sobrino político de Mario (quien estaba casado con Julia, tía paterna de César) y yerno de Cinna, ya que estaba casado con su hija Cornelia. Sila le perdonó por sus relaciones familiares, aunque el joven huyó de Roma.
* Estudió en Rodas (75-4 a.C.) perfeccionando su elocuencia con Apolonio, el maestro de Cicerón. No sabemos nada de él del 72 al 70.
* A su vuelta a Roma se decantó primero por los optimates. Luego se volvió hacia Craso.
Cargos de Julio Cesar
Su cursus honorum puede resumirse en estos cargos y fechas:
* 69-68 a.C. Sirvió en Hispania como cuestor.
* 65 a.C. Edil.
* 63 a.C. Se presentó y fue elegido Pontífice Máximo, a pesar de que este cargo estaba reservado a ancianos ilustres y era un desafío a los Patres. Poco después, en el proceso de Rabinio, se enfrentó Cicerón.
* 62 a.C. Pretor.
* 61 a.C. Propretor en Hispania, donde su gestión fué admirable, pacificó Lusitania y adquirió gran prosperidad, quizás con la ayuda de los sacerdotes de Hércules Gaditano y los comerciantes fenicios de Cádiz, ya que llevó a Roma con él, como primer provincial en el Senado, a L. Cornelio Balbo, gaditano.
De regreso a Roma, pactó con Pompeyo y Craso, formando un Triunvirato y repartiéndose el poder.
El Primer Triunvirato (59 a.C.)
En estas circunstancias se aliaron César, Craso y Pompeyo para repartirse el poder:
* César: era el político.
* Craso: representaba la riqueza, el poder económico, por el precio excesivo ofrecido por los ecuestres a la subasta de las rentas de Asia.
* Pompeyo: representaba el poder militar. Había disuelto su ejército pero estaba molesto porque encontró un Senado reacio a:
- Aprobar las medidas que había tomado en Asia.
- Y a conceder tierras a sus veteranos.
Su pacto era un acuerdo no oficial, de mutuo apoyo frente a los Optimates, pero en la práctica era un reparto personal de poder y aseguraba la elección de César como Cónsul, 59 a.C.
Para asegurar su propósito, César buscó el apoyo del Senado y del otro cónsul, M. Calpurnio Bibulo ( Optimate).
* Al no conseguir este apoyo, pasó a la acción directa y con la ayuda de los veteranos de Pompeyo y la amenaza de violencia consiguió, por fin, el Consulado.
El consulador de César (59 A.C.)
Elegido César Cónsul por el apoyo que le prestaron Pompeyo y Craso, se caracteriza su gestión por el desprecio a las leyes y su desdén hacia el Senado. Así, los proyectos de ley los presentaba al pueblo directamente, sin pasar por esta institución. Este Consulado fue su primer paso hacia la obtención del poder totalitario, ya que en lugar de ser un exponente del poder del Senado, lo convertiría en un instrumento propio, atribuyéndose la actividad legislativa apoyándose en el pueblo y la Asamblea Popular, manipulada y forzada por el peso de los veteranos. Entre las numerosas medidas que se aprobaron bajo su mandato consular, sólo mencionaremos dos: una Ley agraria y otra contra Cicerón
- Ley agraria. César propuso una Ley agraria para el reparto de tierras del ager publicus al núcleo demócrata, principalmente a los veteranos de Pompeyo y a los ciudadanos pobres que tuviesen al menos tres hijos. Se aprobó esta ley a pesar de la oposición de su colega en el consulado (Bilbulo), oposición que puso en peligro su vida (58 a.c.).
-
Contra Cicerón. César hizo elevar al Tribunado a Clodio (58 a.C.), implacable enemigo de Cicerón, ya que necesitaba los servicios de este personaje para desembarazarse del gran orador, que era defensor autorizado y ardiente de la aristocracia.
Clodio, una vez elevado al cargo de Tribuno. propuso varias leyes con intención de atraerse a la plebe, entre ellas una Ley de prouocatione que fue aprobada, por la cual se condenaba al destierro a todo aquel que hubiera hecho morir a cualquier ciudadano sin el consentimiento del pueblo romano. Cicerón, que había hecho ejecutar a los conjurados con Catilina, sin concederles la apelación el pueblo, tuvo que abandonar Roma, pasando dos años en el exilio (58 a.C.) en Grecia.
César y las Galias (58-51 a.C.)
César, por la Rogatio Vatinia obtuvo el mando por cuatro años como Procónsul de la Galia romana porque, aspirando a ser el único dueño de Roma, comprendió que necesitaba dos cosas: dinero y soldados.
Todo ésto y mucho más: la fama de general insuperable, lo consiguió en las Galias, al conquistar todo el territorio que hoy es Francia.
Así pues, obtuvo el mando de el Ilírico, la Galia Cisalpina y la Galia Transalpina (cuyo gobernador había muerto), con cuatro Legiones y la potestad de elegir a sus propios Legados.
Conseguía así protegerse de una oposición que en su impotencia se tornaba muy agresiva, dirigida por Catón, en la que también estaba Cicerón.
La Galia antes de César (123-58 a.C.)
La Galia Transalpina era el territorio comprendido entre el mar de Germania, el Rin, los Alpes, el Mediterráneo, los Pirineos y el océano Atlántico. En aquel entonces, la Galia estaba ocupada por tres pueblos diferentes: Los Belgas, los Celtas y los Aquitanos. Estos pueblos se dividían en numerosas tribus en las que nobles y no nobles se disputaban el poder. Además existían confederaciones, en pugna entre sí.
A comienzos del siglo VI a.C., los griegos de Focea habían fundado la colonia de Massalia (Marsella), que fue luego metrópoli de otras fundaciones como Emporion, en Iberia. Los Massaliotas se aliaron con los Romanos en las luchas contra Etruscos y Cartaginenses por la supremacía del Mediterráneo occidental. Esta alianza fue primero en plano de igualdad y después en régimen de protectorado ejercido por Roma y las Legiones romanas establecieron en Aquae Sextiae (Aix) un campamento para detener Marsella de las invasiones de los Galos, nombre genérico aplicado entonces a los Celtas y los pueblos cotizados.
La Galia Narbonense
El mediodía de Francia fué convertido en provincia romana en el 121 a.C. Se la llamó Galia Narbonense por la ciudad de Narbo (Narbona). Éste era el estado de la Galia cuando intervino César en su conquista.
Los romanos se introdujeron en la Galia como auxiliares de los Griegos contra los Galos e hicieron su conquista como auxiliares de los Galos contra los Helvecios y Suevos.
Las campañas de las Galias constituyen la página más admirable del genio militar de Julio César. En las Galias se acreditó como excelente táctico y general, creando un ejercido formidable sin el cual le hubiera sido imposible triunfar en la guerra civil contra Pompeyo y hacerse dueño del poder en Roma.
Motivo de la guerra de las Galias
El pretexto de la intervención de César en las Galias fué el llamamiento de los Eduos y Secuanos a Roma, amenazados por los Helvecios y Suevos.
Duración (58-51 a.C.)
La Guerra de las Galias duró siete años (58-51 a.C.), que el mismo César narró en sus célebres Comentarios de la Guerra de las Galias, en siete libros.
Hechos principales de la conquista de las Galias. Los diferentes pueblos
Alóbroges
Los Alóbroges, situados en la cuenca superior del Ródano, eran aliados de los Romanos desde la mitad de siglo II a.C. en el año 58 a.C., los Helvecios quemaron sus aldeas e invadieron las Galias. César, ya Cónsul, salió en defensa de los aliados de Roma y obtuvo una brillante victoria de Bribracte ( Autun), capital de los Eduos.
Galos Secuanos
Los Gales Secuanos pidieron entonces auxilio contra los Suevos, capitaneados por su rey Ariovisto, a quien César infligió una tremenda derrota de Besançón (58 a.C.), obligándole a regresar a su patria, donde murió poco después.
Los Belgas
Los Belgas, que habitaban entre el Sena y el Rin, se alarmaron de la proximidad de los Romanos y les salieron al paso en número de 300.000. César sólo disponía de unos 50.000 legionarios. Los Belgas sufrieron un tremendo desastre junto al Aisne en el 57 a.C.
Los Armoricanos
Después de los Belgas, los habitantes de la Armórica (NO. de las Galias) se sublevaron. Los Romanos se vieron obligados a luchar contra un pueblo muy belicoso que sabía utilizar a su favor todos los accidentes de su territorio y eran además expertos marinos.
A pesar de estas dificultades, César consiguió vencerlos por tierra y mar, destruyéndoles doscientos navíos. Después de este desastre, pidieron la paz. César hizo perecer a todo su Senado y la población fué vendida como esclava (56 a.C.).
Inglaterra
Tras consolidar las conquistas efectuadas, César pasó dos veces a Britania (54-56 a.C.) y sometió a las tribus costeras.
Sublevación de los Galos
Después de ahogar una sublevación parcial de los Galos (53 a.C.), César tuvo que hacer frente a una confederación general de pueblos, al mando de Vercingetórix 52 a.C., jefe de los Arvernos ( arverni), quien después de defenderse heroicamente en la plaza fuerte de Alesia ( Galia Lugdunense), se entregó a César.
Éste no fue magnánimo con el vencido: le hizo figurar como cautivo en la ceremonia triunfal en Roma (45 a.C.) y, más tarde, le hizo estrangular.
En el año 50 a.C., las Galias estaban totalmente sometidas.
La situación en Italia. El enfrentamiento con Pompeyo
César, a pesar de estar fuera de Roma, continúo siguiendo con atención los sucesos de Italia.
Como Procónsul no podía entrar en Roma sin renunciar a su imperium proconsular y dejar las legiones.
Mientras César estaba en la Galia (58-50 a.C.), Clodio envió a Catón a Bizancio para tenerle alejado de la política e hizo distribuir trigo gratis al pueblo, restableció la asociaciones ( Collegia) abolidas por el Senado. Pompeyo comenzó a temer a Clodio y la ambición de César ausente, intentando aproximarse a Cicerón, también ausente de Roma, y al Senado, para recuperar su situación frente a Clodio y César, y así comenzó la separación de los triunviratos que daría lugar a la Guerra Civil, tras un periodo de anarquía en Roma.
La Anarquía
Deteriorada la situación política, en Roma, por el vacío de poder al fracasar el intento de Catón por polarizar el descontento contra los triunviratos, se inició una guerra de bandas, capitaneadas por T. Annio Milón y Clodio, que se alió con los Optimates, mientras Pompeyo se mantenía a la expectativa y permitió el regreso de Cicerón a Roma.
En agradecimiento, éste defendió la propuesta de confiar el aprovisionamiento de trigo a la ciudad por 5 años a Pompeyo, la Cura Annonae, lo que le daba un poder contra Clodio e hizo volverse contra él a Craso.
Éste se unió a Catón, Clodio y los Metelos, enemigos de Pompeyo, quien a su vez, recelaba de César y su poder proconsular en la Galia. Y no tuvo más remedio que recurrir a él por el poder de la oposición, que Cicerón no podía contrarrestar.
* 56 a.C. Entrevista de Lucca (cerca de Pisa) entre los triunviros. En ella. César hace de mediador entre Craso y Pompeyo, renovándose el pacto del 59 a.C., decidiéndose que Craso y Pompeyo se presentarían al Consulado al año siguiente, además, en el uso de sus magistraturas. César enviaría veteranos a las elecciones y se procurarían la prórroga de sus mandatos respectivos por cinco años, hasta fines del 49. Y César se presentaría a Cónsul en el 48 a.C.
* 55 a.C. Pompeyo-Craso: Segundo Consulado común. Su proyecto de ley materializó los acuerdos de Lucca y transfirió por cinco años las provincias de Hispania y Siria, respectivamente, a Pompeyo y Craso, con las prerrogativas de hacer reclutamientos y decidir sobre la paz y la guerra.
* Craso, intentando imitar a César, inició una guerra con los Partos (55) pero fue derrotado y muerto en Carras (53 a.C.). por lo que quedaron enfrentados César y Pompeyo, quien se mantuvo en Roma con el pretexto de la Cura Annonae, dejando el ejército de Hispania al mando de sus Legados.
Lucha de César y Pompeyo (49-45 a.C.)
Las causas
Aunque las causas del emfrentamiento de César y Pompeyo eran las propias ambiciones personales y la descomposición del poder de la República romana, que permitía el ejerció del poder personal, podemos resumirlas en primer lugar en el temor de los Senadores de que César, sobrino de Mario, hiciera triunfar el partido de los Populares.
Otras dos causas accidentales determinaron también el inicio de la lucha:
- La muerte de Julia, esposa de Pompeyo e hija de César. Tal vez, si hubiera vivido habría podido evitar el choque entre ambos.
-
La muerte de Craso en la Guerra contra los Partos. Esta muerte ponía enfrente a dos ambiciones, sin ningún intermediario que pudiera amortiguar o evitar sus choques.
Las circunstancias
Sometidos los Galos, César supo sacar del país conquistado todo lo que necesitaba para conservar a su favor la fidelidad del pueblo romano y la del ejército, merced a sus generosas dádivas.
Asustado el Senado de la popularidad de César y viendo en Pompeyo su dócil instrumento, nombró a éste Cónsul único (52 a.C. sine colega), hecho sin precedentes en Roma. Con él estaban los conservadores, para los que César era su peor enemigo y prohibía a César que, siendo procónsul, presentara su candidatura al consulado. Al mismo tiempo le mandaba abandonar su provincia antes del tiempo señalado. César se negó a renunciar a su provincia mientras Pompeyo no renunciara a la suya y gastando mucho dinero con la ayuda de uno de los Cónsules, Lucio Emilio Paulo y sobre todo del Tributo de la Plebe, Cayo Escribonio Curión, consiguió retrasar unos meses el nombramiento de un sucesor suyo en las Galias, lo que le hubiera quitado el imperium proconsular y el mando de las legiones.
Los hechos
Pero todos los esfuerzos por llegar a un compromiso fallaron. El año 49 a.C., el 7 de enero, el Senado instauró la Ley marcial ( senatum consultum ultimun) y confió la República a Pompeyo.
Los agentes de César, Marco Antonio y Casio Longino, que en calidad de Tribunos de la Plebe habían vetado las medidas desfavorables a César, huyeron. Como el resultado final de sus maniobras políticas (como su propuesta de licenciar simultáneamente todos los ejércitos), iba a ser la condena. César se rebeló al ordenársele licenciar al ejército, y el 11 de enero pasó el Rubicón, pequeño riachuelo que marcaba el límite de su jurisdicción, con su ejército. Con la frase: Alea iacta est ("La suerte está echada") se rebeló abiertamente contra el Senado, dirigiéndose hacia Roma, iniciando una nueva guerra civil.
Su pretexto legal para justificar la marcha sobre Italia fué que los Optimates habían violado los derechos tribunicios y atentado contra la libertad del pueblo romano, que él se manifestaba dispuesto a defender.
Los Planes de Pompeyo
Pompeyo abandonó la ciudad, que no podía defender porque sus legiones se encontraban en Hispania dejando la orden de que todos los magistrados le siguiesen a Grecia. Obedecieron el Senado y los Cónsules, con tal precipitación que ni siquiera se acordaron de llevarse 400 millones del Tesoro público.
Sus planes eran abandonar Italia, trasladar la guerra a Oriente y reunir allí recursos para volver y reconquistar Italia como había hecho su antecesor, Sila.
Mientras tanto, el ejército que dirigián en Híspania sus Legados, Afranio y Petreyo, atacaría a César por la retaguardia. Así, Pompeyo se dirigió hacia Brindisi, en el sur de Italia, desde donde embarcó hacia Egipto.
César en Roma
César, mientras tanto, optó por dirigirse a Hispania. Antes reorganizó la República, apoderándose del Tesoro dejado por los pompeyanos y distribuyendo el mando de las Provincias entre sus partidarios:
- Galia Cisalpina, a Craso hijo.
- El Ilírico, a Cayo Antonio.
- África debía ser ocupada por Curión.
- Adriático a Cornelio Dolabela.
- El Tirreno a Quinto Hortensiol.
La Campaña de Hispania (49 A.C.) y otros frentes
Camino hacia Hispania, César puso sitio a Marsella, que se había declarado partidaria de Pompeyo, pero sin esperar el resultado llegó a la Península Ibérica y sólo en cuarenta días (entre mayo y agosto del 49 a.C.), venció en llerda (Lérida) a Afranio y Petreyo, y a Varrón que se defendía en Cádiz (49 a.C.). Luego, conquistó Marsella, regresó a Roma y se hizo elegir Cónsul para el año 48 a.C.
La campaña de llerda constituye un ejemplo del genio militar de César, que consiguió la capitulación de las tropas enemigas sin entablar combate.
Una vez Occidente en sus manos. César tenía las manos libres para enfrentarse a Pompeyo en Oriente.
Sus otros frentes, en cambio, no fueron tan gloriosos:
- La flota de Dolabela fue vencida en el Adriático.
- Cayo Antonio tuvo que capitular en el Ilirico.
- El ejército de África se perdió, por la ayuda que prestó a los pompeyanos el rey Juba de Numidia.
La Dictadura del 49 a.C.
A fines del 49 a.C., César intentó afirmar su posición política. Nombrado Dictador, convocó elecciones legalmente y fue elegido Cónsul, disponiendo una serie de medidas económicas para aliviar los problemas de las deudas y concediendo el derecho de ciudadanía a las comunidades de la Galia Traspadana, dejando a fines de diciembre la Dictadura.
Enfrentamiento César-Pompeyo
Ya en Épiro, ambos contendientes se enfrentaron dos veces:
- En Dirraquio: Donde venció Pompeyo en el 49 a.C.
-
En Farsalia (Tesalia) en agosto del 48 a.C., se dió la batalla decisiva, venciendo César por su decisión al ordenar el avance de sus tropas y su habilidad táctica, reforzando el ala derecha con seis cohortes que aniquilaron la caballería pompeyana.
En esta batalla, que para muchos autores señala el final de la República romana, el ejército pompeyano sufrió unas bajas de 15.000 hombres y 24.000 fueron hechos prisioneros.
Muerte de Pompeyo:
Después de la batalla de Farsalia, Pompeyo se dirigió a Siria y luego a Egipto, con ánimo de levantar un ejército. Pidió asilo al rey Ptolomeo XIII, del cual era tutor y a cuyo padre había colocado en el trono de Egipto. Seguido de 2.000 hombres, llegó frente a Pelusio.
El 28 de setiembre del 48 a.c, una barca se acercó a Pompeyo con el pretexto de conducirlo hasta el rey. Cerca de la costa, un servidor de Ptolomeo llamado Septimio, que había sido Tribuno Militar bajo el mando de Pompeyo, le atravesó el cuerpo con su espada. Decapitado, arrojaron su cadáver en la playa y un liberto, llamado Filipo, le dio piadosamente sepultura.
Este asesinato se debió sobre todo a la situación de Egipto, donde luchaban entre sí los dos reyes hermanos Ptolomeo XIII y Cleopatra VII Tea.
Ésta había sido expulsada de su país por los seguidores de su hermano y se disponía a reunir un ejército para recuperar el trono.
Las campañas contra los pompeyanos
La desaparición de Pompeyo de la escena política, no significaba el fin de la guerra civil, pues aún quedaban algunos núcleos de pompeyanos en casi todas las partes del mundo romano: en Asia menor, en África y en España.
César en Asia (47 a.C.)
Farnaces (97-47), hijo de Mitríades VI, rey del Ponto, se había sublevado contra Roma. Con la prontitud que César solía poner en todos sus actos, se trasladó al lugar de la lucha y, en una campaña de cinco días, lo derrotó completamente cerca de Zela (47 a.C.).
Poco después moría asesinado Farnaces. Para expresar la rapidez de esta campaña, César escribió a un amigo una carta que contenía esta lacónica frase: Veni, vidi, vinchi (Llegué, vi y vencí).
César en África (46 a.C.)
Mientras César se hallaba fuera de Roma, su gobierno en esta ciudad se hacía impopular por los desmanes cometidos por Marco Antonio, Magister Equitum de César. Los jefes pompeyanos, entre ellos Catón y Escipión, éste yerno de Pompeyo, se unían a Juba, rey de Numidia 50-60 a.C.
César llegó a Africa y venció poco después a sus enemigos en la batalla de Tapso (46 a.C.), matándoles 50.000 soldados. Dícese que hubiera querido salvar a Catón, que se había encerrado en la ciudad de Utica, donde se suicidó.
César en Roma (46 a.C.)
Vuelto a Roma, el Senado le otorgó a César la Dictadura por diez años, y le nombró Praefectus Moribus (o Censor de la Moral y las Costumbres), además de concederle la facultad de proponer candidatos a las magistraturas.
César celebró cuatro Triunfos por sus victorias en la Galia, Egipto, Siria y África y organizó fiestas que duraron cuarenta días, durante las cuales repartió grandes sumas de dinero entre sus soldados y prodigó juegos y banquetes en favor de la gente humilde de Roma.
César en Hispania (45 a.C.).
Los hijos de Pompeyo, Cneo y Sexto, habían reunido en Hispania un gran ejército, compuesto por trece legiones. Para sofocar este temible núcleo de rebeldía, pasó César a Hispania.
Encontró a los pompeyanos en Munda, ciudad situada en la Bética, de identificación muy dudosa (quizá Málaga). La lucha fue encarnizada y un instante indecisa; pero, al fin César triunfó en el 45 a.C.
Las reformas de César: Reorganización política y administrativa
Tras vencer a los pompeyanos, César se hizo nombrar Cónsul sine colega y se convirtió en dictador perpetuo e imperator, Cónsul por 10 años y jefe supremo del ejército. Además de estos poderes, ya era Pontífice Máximo (un cargo vitalicio) y monopolizó la Potestas Tribunicia. Además de estos poderes,
* Se reservó el derecho a nombrar y deponer cargos públicos.
* A acuñar monedas con su busto.
* Organizó el censo de ciudadanos.
* Redujo a 150.000 ciudadanos los que tenían derecho a recibir grano gratis.
* Reordenó la vida comunal de los itálicos con la Lex lulia Municipalis.
* Distribuyó tierra entre sus soldados.
* Reformó el abastecimiento de las Provincias.
* Envió colonos a las Provincias.
* Amplió el Senado a 900 miembros.
* Reformó el Calendario, añadiendo noventa días al año anterior, adoptando el ciclo de 365 días en lugar de 355 e instituyó los días bisiestos.
* Promovió construcciones monumentales.
El asesinato de César
César fue asesinado en los idus de marzo, el 15 de marzo del 44 a.C.
La conjura
A pesar de las excelentes medidas administrativas llevadas a cabo por César, el partido de los Optimates maniobraba en su contra y organizó una conjura, al frente de la cual se hallaban:
- Casio: Antiguo lugarteniente de Craso y
- Bruto: Sobrino de Catón.
Los conjurados, que llegaban a ochenta, pretendían acabar con la tiranía que representaban los poderes adquiridos por César y restaurar la República tradicional y el poder de los optimates.
Los hechos
El 15 de marzo, el día de la fiesta de Anna Perenna, a los cuarenta años de haber tomado la toga viril, del año 44 a.C. (Idus de marzo de 44). César se dirigió al lugar donde ser reunía el Senado sin su habitual y fiel guardia hispana, a pesar de los malos sueños de su esposa, Calurnia, que le advierte que no acuda a la reunió pública y de la advertencia del arúspice Spurinna, que le previene sobre los peligros que se ciernen sobre él y los malos presagios que ofrecen las entrañas de las víctimas sacrificadas.
Antes de entrar en el recinto se enteró del plan de la conjuración, pero no se inmutó por ello. Ya dentro del Senado, los conjurados le rodearon y, aunque al principio intentó defenderse, viendo que uno de los asesinos era Bruto, a quien amaba entrañablemente, pronunció aquellas célebres palabras: Tu Quoque, fili? y cubriéndose la cara con la toga, se entregó a la furia de los asesinos. César cayó al pie de la estatua de Pompeyo, atravesado por veintitrés puñaladas.
Roma a la muerte de César
Tras momentos de confusión, el suegro de César, Pisón, intentó hacer público el testamento de César, provocando con su decisión un gran tumulto, aunque fue apoyado por Antonio, votando el Senado exequias a costa del Estado, fijándose la lectura de su testamento para la siguiente reunión de los Comicios populares.
La fecha de los funerales se fijó para el 20 de marzo probablemente, ya que 17 y 19 eran días feriados y se encargó de su organización Antonio, que quería ocupar el lugar de César, cosa que también deseaba Cicerón.
En el testamento, César instituía heredero principal a Octavio, legaba a la República sus jardines más allá del Tíber y a cada ciudadano que recibía subsidios del Estado (unos 150.000) la suma de 300 sextercios.
En medio de la confusión de las honras fúnebres, hábilmente manipuladas por Antonio, se prendió fuego al Foro, frente a la Tribuna de los oradores (Rostra), al cadáver del célebre personaje (donde aún se levanta un altar, siempre con flores frescas).
Con la muerte de César no se rehizo la vieja República ni se restauró su antiguo funcionamiento democrático. Sólo se logró retrasar un proceso ya en marcha de transformación del Estado, que precipitó Roma y sus dominios a otros trece años de guerra civil, hasta las reformas de Octaviano.
Significado de C. Julio César
Nadie pone en duda la calidad de escritor de César, sus dotes de mando, su genio táctico o su capacidad de estratega y reformador del ejército republicano, aunque son muchos los que dudan de su capacidad como hombre de Estado, aunque se le reconoce como el prefigurador de las estructuras políticas del futuro régimen imperial.
Su muerte enseñó a su heredero, Octaviano, futuro Augusto, los peligros de una abierta actitud monárquica, lo que llevaría al joven a crear una nueva y original forma de gobierno: El Principado, manteniendo en lo fundamental las antiguas estructuras republicanas: Senado y magistraturas, acumulados en su persona los diferentes poderes que le pusieron al frente de Roma.