Buenos días desde Academia Cruellas. Hoy vamos a ver un aspecto diferente de Goethe, y este no es más que su interés por la ciencia.
Las especulaciones científicas de Goethe contienen muchos errores. A pesar de que Newton había demostrado que la luz blanca contenía luz de todos los colores, Goethe consideraba en que era un color por derecho propio. Mantenía que todos los colores eran una mezcla de luz y oscuridad, infundida de un medio turbo que otorgaba a la grisura resultante su resplandor coloreado. Posteriormente, Schopenhauer también sostenía esta fantasía.
Otras aventuras científicas de Goethe incluyeron una búsqueda de la “planta ur” a partir de la cual se había desarrollado todas las demás, así como la invención de la “morfología”, que era el estudio de la “unidad” subyacente en la diversidad de toda vida animal y vegetal. Todas estas propuestas eran especulaciones, basadas en poco más que en la intuición de su imaginación arrolladora. Goethe estaba equiv0ocado y por tanto expuesto al ridículo a posteriori, ahora bien, podemos percibir en su pensamiento una paso hacia la idea de la evolución, que Darwin formularía 25 años después de su muerte.
Goethe no era el único que se tomaba en serio dicha afición por la ciencia. Mientras Goethe vivía, Mary Shelley escribió Frankenstein, una de cuyas lecturas es la del prototipo del científico loco y su demoníaca creación cuya imagen ha perdurado hasta nuestros días.