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Goodbye Berlín. Salir del cascarón.

Publicado el 18 mayo 2017 por Criticasen8mm @Criticasen8mm

Goodbye Berlín. Salir del cascarón.Título original:
Tschick
Año:
2016
Fecha de estreno:
19 de mayo de 2017 
Duración:
93 min
País:
Alemania
Director:
Fatih Akin
Reparto:
Tristan Göbel, Aniya Wendel, Justina Humpf, Paul Busche, Jerome Hirthammer, Max Kluge, Udo Samel, Anja Schneider, Nadine Dubois, Henning Peker
Distribuidora:
Golem
En clara sintonía con clásicos como Las aventuras de Tom Sawyer, Hucklebery Finn o El guardián entre el centeno, Wolfgang Herrndorf escribió Tschick (Goodbye Berlín en España), novela superventas en Alemania que la editorial Siruela trajo a España, a raíz de la noticia de su tumor cerebral que acabaría con su vida en agosto de 2013. Su amigo Lars Hubrich fue el encargado de adaptar el guión, repasado posteriormente por Hark Bohm, a petición expresa de Fatih Akin, que acabó dirigiendo la película tras problemas de agenda con el primer director.
Goodbye Berlín. Salir del cascarón.
Goodbye Berlinlleva más el tono de Im juli que del cine posterior de Akin (quien, justamente por estas fechas está presentado su nueva película, In the fade, en Cannes), componiendo una road movie juvenil iniciática, anclada en la realidad aunque sin renunciar a esa 'realidad fictícea' un tanto bucólica en algún tramo del viaje. El director hace una interpretación cinematográfica de la novela, más que una adaptación al uso, conservando esencial y componiendo una película de cierto corte clasista, evocando a Cuenta conmigo y otras películas míticas sobre la adolescencia enmarcadas en un viaje como símbolo de la maduración personal.
La película se centra en Maik, un chico marginado de catorce años que acaba entablando amistad con Tschick, un inmigrante ruso rebelde de su misma edad que ha robado un Lada y le ofrece hacer un viaje para pasar sus vacaciones de verano. La complicidad entre los dos jóvenes actores (de poca experiencia hasta la fecha) es uno de los puntos fuertes de Goodbye Berlín, haciendo que sus alocadas aventuras caigan simpáticas al espectador, sin juzgar moralmente sus comportamientos. En general, la ausencia de referentes paternos prácticamente en casi toda la película, los personajes femeninos como influencias de Maik (su madre, su amor idealizado por Tatiana y posteriormente la enigmática Isa) y la presentación de situaciones y diálogos totalmente creíbles en las edades de los muchachos, conforman un clima único que aporta un tono maravilloso a la película. 
Goodbye Berlín. Salir del cascarón.
Una película que no quiere ser más de lo que es, un pequeño retal de una vida que apenas acaba de salir del cascarón y el florecer de sentimientos y sensaciones prácticamente nuevos en sus personas. Rodada con un tono afable, pero sin adornar ni embellecer la realidad de forma desmesurada, Akin renuncia al estilizado happy end sin perder por ello su jovialidad y simpatía que demuestra en todo momento, y quizás por ello esta pequeña película se gana en parte un trocito en nuestros corazones. Haciendo un símil rápido y barato, las sensaciones que me despierta son como ese trozo de pizza a las tantas de la madrugada de vuelta tras una excursión nocturna. En apariencia no es nada del otro mundo, algo cotidiano, pero en ciertas circunstancias, sabe a gloria. Goodbye Berlínes así. No me importaría en absoluto asistir a una hipotética secuela espiritual que bien podría surgir de cierta escena que quien vea la película podrá intuir.
6,5/10

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