Antes de la llegada de internet, los aficionados a la música teníamos otras alternativas a la hora de buscar información sobre los grupos que nos interesaban pero que no sonaban en las radios habitualmente ni eran objeto de la atención de las revistas especializadas. Los estilos más minoritarios solían concentrar a sus aficionados alrededor de fanzines, publicaciones en papel, habitualmente distribuidas mediante fotocopias y envíos postales a los “suscriptores”. Muchos de esos fanzines eran la única posibilidad que tenían los artistas que comenzaban para hacer llegar su música a un grupo de oyentes más amplio.
En su momento, nosotros participamos en alguna de esas publicaciones “amateur” que tenían una compensación importante para aquellos que invertíamos nuestro tiempo en su elaboración: si el fanzine llegaba a tener un cierto peso, las discográficas nos enviaban muestras de sus novedades con lo que era habitual juntar un buen puñado de discos todos los meses. De algún modo, blogs como éste son la versión de la época digital de aquellas fotocopias grapadas y, de cuando en cuando, también recibimos algunos trabajos de artistas que buscan darse a conocer.
Ocurría entonces y ocurre ahora que alguna de las muestras del trabajo que los grupos comparten con nosotros son realmente notables y demuestran una categoría por encima de lo habitual y ese es el caso de la banda que hoy tenemos aquí, un trío valenciano de nombre Goodbye Mountain cuya propuesta artística nos ha resultado muy interesante. En su página de Bandcamp no ofrecen excesiva información sobre ellos mismos aparte de la formación de la banda, integrada por Albert B. (batería), Santi C. (guitarras) y Javi R. (música –imaginamos que también teclados-). El trabajo que hoy comentamos apareció en septiembre de 2013 aunque nos llegó hace apenas tres meses. Dada su categoría, nos parece natural hablar de un EP que nos ha encantado desde que le dimos la primera escucha sin tener en ningún momento la sensación de vernos forzados a ello en compensación por su amabilidad al mandarnos el trabajo.
“Somnis Conseqüents” – Comienza el disco con una serie de acordes de piano que destacan entre el sonido ambiente y sobre un fondo de texturas electrónicas y de guitarra muy evocadoras. La melodía de teclado se repite de forma constante cuando entra la batería y las guitarras reparten sonidos etéreos a lo largo de toda la pieza. Entramos en la segunda parte del corte en la que éste evoluciona hacia un estilo instrumental cercano al Yann Tiersen de la parte final de la década pasada cuando comenzó a inclinarse hacia el rock. Un instrumental brillantísimo, en suma, que nos da una idea muy clara de la capacidad de la banda.
“IBEX1883” – Sonidos electrónicos impersonales nos reciben en los primeros instantes de una pieza llena de intensidad, casi de furia post-rockera con referencias de Joy Division o The Cure en algunos momentos. Una energía desbordante que se disuelve poco a poco tras el fulgurante comienzo en un interludio sintético que nos sirve para recargar las pilas antes de afrontar el tramo final, sólido y vibrante con toques de “krautrock”.
“Diàlegs” – La electrónica más orientada al baile parece querer colarse en el tema durante los primeros instantes aunque se mantiene una atmósfera comedida muy de agradecer. Las guitarras suenan realmente bien en un entorno “ambient” como este en el que el uso de la batería como una especie de ancla que evita que el tema se desplace hacia la música electrónica más convencional nos parece particularmente acertado. Otro tema fantástico en un EP que, a estas alturas, nos parece un auténtico hallazgo.
“Nairobi’s Kids Don’t Smoke” – Quizá el tema más inspirado por las estéticas de principios de los ochenta fomentadas por grupos que seguían los pasos de los desaparecidos Joy Division. Las guitarras, especialmente en los registros más bajos acusan claramente esa tendencia pero más allá de aspectos formales, la pieza sigue sonando de maravilla conservando esa influencia de Tiersen (esos teclados que parecen emular las Ondas Martenot que a veces utiliza el francés lo delatan) en algunos instantes combinada con sonidos del estilo de The Cure que evolucionan también en algo similar a los U2 de sus inicios. Esta mezcla en un formato instrumental como el que nos proponen Goodbye Mountain es arriesgada pero la banda sale airosa del reto.
Esperamos que este EP inicial de la banda valenciana no sea sino el primero de una larga serie de trabajos porque nos parece un comienzo verdaderamente prometedor. Goodbye Mountain tienen varias vías de contacto en las que está disponible el disco, desde Facebook hasta Soundcloud aparte de la anteriormente citada página de Bandcamp.
Nos despedimos con un "teaser" del disco: