El 20 de Noviembre celebramos el Día Universal de la Infancia, y en el 30 aniversario de la Convención sobre los derechos del niño, repasamos algunos logros conseguidos en estas tres décadas, y algunos desafíos a los que nos enfrentamos en la defensa de los derechos de la infancia.
En 1959, en un contexto de posguerra, las Naciones Unidas aprobaron la Declaración de los Derechos del Niño, de manera unánime por los 78 Estados miembro. Sin embargo, este primer acuerdo, que recogía los 10 derechos fundamentales del niño, se consideró insuficiente, porque legalmente no era de obligado cumplimiento.
Tras una década de negociaciones, consiguieron aprobar el texto definitivo de a Convención sobre los Derechos del Niño, esta vez sí, vinculante para todos los países que los ratificaran. A día de hoy, este documento ha sido aceptado por todos los países del mundo excepto Estados Unidos.
En los 54 artículos que contiene el documento se reconocen los derechos humanos de los niños y niñas. Mediante él, se establece que los Estados Parte tienen que garantizar que todos los niños y niñas se beneficien de medidas especiales de protección y asistencia, tengan acceso a servicios básicos como la educación y sanidad; puedan desarrollar plenamente en libertad y en un entorno seguro y afectivo, y puedan conocer sus derechos.
Desde la firma de la Convención sobre los Derechos del Niño hace 30 años, se han alcanzado grandes logros en la protección de la infancia, aunque también enfrentamos a nuevos retos.
Grandes avances en tres décadas
Según afirma UNICEF, en este tiempo la tasa de mortalidad infantil antes de los 5 años se ha reducido en un 60%. El porcentaje de niños desnutridos se ha reducido a la mitad en este tiempo, y la tasa de absentismo escolar también ha caído del 18% al 8%. Además, se ha conseguido que 2.600 millones de personas más tengan acceso a agua potable, lo que tiene un enorme impacto sobre la salud de los niños.
Sin embargo, la infancia sigue viéndose amenazada por muchos problemas. Todavía 262 millones de niños y jóvenes no van a la escuela, repercutiendo directamente en sus opciones de futuro, y alimentando el círculo de la pobreza.
El matrimonio infantil sigue afectando a cerca de 12 millones de niñas cada año, a pesar de estar prohibido por la ley de la mayoría de los países. En materia de salud, 15.000 niños menores de cinco años siguen muriendo todos los días, en su mayoría debido a enfermedades que se pueden tratar y a otras causas evitables.
Nuevos tiempo, nuevos retos
Además, los nuevos tiempos traen nuevos retos. Por eso es importante tener en cuenta que el cambio climático traerá una crisis de abastecimiento de agua. Se calcula que para 2040, 1 de cada 4 niños vivirán en zonas con escasez de agua.De la misma manera la tecnología ha democratizado el conocimiento, y ha conectado a comunidades aisladas, pero también genera nuevos peligros, como el ciberacoso, o el exceso de exposición de sus datos.
Aunque prácticamente todos los países del mundo se han comprometido a proteger los derechos del niño, y muchos de ellos han incorporado estas bases a su legislación, la pobreza, la desigualdad o la violencia siguen afectando a muchos niños. Por eso, no debemos cejar en nuestro empeño, y seguir mirando por los más vulnerables, para que tengan un presente y un futuro mejor.
Imagen: Global Humanitaria