Como el calor no nos abandona, de momento (acabamos de empezar el verano, así es que nos queda rato para aguantar) y al hilo de la limonada de mi receta anterior, he pensado en traer otra idea muy refrescante para aliviar algo estos calores tan insoportables. Sí, ya sé que hay muchas personas a las que no les gusta el tomate, también hay quienes no soportan la albahaca, pero después de ver este granizado puede ser que se animen, prueben y lleguen a encontrarle el gusto.
Hoy nos refrescaremos en salado y el único aceite que le pondremos será el que tienen las ricas avellanas que tanto bien nos hacen.
Después de tomar este granizado os sentiréis como si hubierais estado metidos en una cámara frigorífica, jajaja ¡qué exagerada!
Ya me iba sin haber hecho referencia a Herminia Regolf. Hace unos días me concedió un premio muy bonito y era evidente que no me lo esperaba puesto que ya sabéis que por falta de tiempo no vengo aceptando premios. También sabéis que no me gusta dejar mal sabor de boca a mis compañeros-as que se merecen un respeto y una atención, ya que ellos la han tenido conmigo. Herminia tiene un blog de manualidades amplio en donde podréis encontrar, si decidís conocerla, muy buenas ideas para haceros desde un monedero a la última, a unos baberos de bebé, pasando por ropa y complementos, incluso para la casa de plena actualidad. En su blog os espera, si queréis pasar por allí. Gracias Herminia.
Ingredientes para 2 personas:
- Tomates de pera 2.- Albahaca fresca unas hojitas (administradlas según vuestro gusto) y algunas más para la decoración final.- Avellanas sin piel 10-12.- Zumo de limón y unas rodajas para decorar.- Pimienta blanca o negra molida.- Sal.- Hielo abundante.
Elaboración:
Lavamos los tomates y los trituramos, pasamos por un colador para retener las pieles y las semillas.
Volvemos a triturar ahora con las avellanas, la albahaca, la sal, la pimienta y unas gotas de zumo de limón.
Incorporamos al vaso de la batidora poco a poco el hielo, hasta que veamos que la consistencia se endurece y que la textura queda prácticamente lisa a la manera de un sorbete.
Vertemos en vasos o copas de cristal, adornamos con la albahaca y unas rodajas de limón. Servimos rápidamente.