Hoy os traigo una receta que fusiona las cocinas Taiwanesa y Mexicana y que a la vez versiona uno de los platos más típicos de esta última: la cochinita pibil, cuya receta original utiliza como, su propio nombre indica, carne de cerdo y que es además complicadísima de elaborar, pero es sin duda uno de mis platos favoritos de la cocina yucateca. Para cocinar esta exquisitez he utilizado mi Crockpot, que no es otra cosa que una olla de cocción lenta es decir, lo opuesto a la olla express. Con una slow cooker podemos cocinar a baja temperatura en largos periodos de tiempo, esto permite una temperatura constante en la cocción de los alimentos, evitando así que se sobrecocinen. Además, se necesita muy poco líquido para cocinar o casi ninguno, por lo tanto, los alimentos no pierden sus propiedades como sucede en la cocción tradicional, obteniendo de esta manera platos mucho más saludables. Otra ventaja de este aparato es que no tenemos que estar pendiente de él durante el tiempo de cocinado, se introducen los ingredientes, se programa el tiempo y la velocidad (baja o media) y a vivir. Incluso tiene un botón para mantener la comida caliente, así que podemos ponerla por la mañana, marcharnos a trabajar y al llegar, tener un guiso reciente y calentito para comer. Por decir algo negativo, en mi opinión diría que lo peor es el espacio que ocupa, independientemente del tamaño que compréis es un trasto más y antes de adquirirlo tendréis que pensar dónde la vais a colocar. Otra desventaja, al menos para mi, es que nunca me acuerdo de cocinar con tanta antelación y al final siempre acabo usando la olla rápida, pero es cierto que cuando cocino con ella y veo el resultado, merece mucho la pena, así que a ver si me pongo las pilas y le doy todo el uso que se merece. En cuanto al precio es muy variado, depende de la marca y el modelo que compréis, también si es digital o no. Yo encontré un ofertón en Amazon durante el pasado Black Friday y compré una de 5.41itros por 50 euros, pero este tamaño suele rondar los 100 para que os hagáis una idea. No os animo a comprar una si no estáis muy convencidos de utilizarla, si no cocináis mucho o si los platos de cuchara y los guisos no son lo vuestro, porque es lo que más merece la pena cocinar en ella. Como os he dicho al principio, en esta ocasión la he utilizado para prepar el pollo pibil. No estando muy ducha aún en su utilización he seguido la receta para crockpot del blog www.crockpotting.es, otro must si os pasáis al club de las slow cookers o si simplemente queréis conocer más sobre ellas. Ahora, os dejo con mi receta de hoy que espero que os guste o al menos, que os de nuevas ideas.
GUA BAO CON POLLO PIBIL Y SU GUARNICIÓNIngredientes para dos personas (4 baos):PARA EL POLLO PIBIL4 filetes de contramuslo de pollo deshuesados; 1 cucharada de pasta de achiote; el zumo de media naranja; el zumo de medio limón;Pimienta negra; 1 pizca de comino molido; 1 pizca de canela molida; 2 dientes de ajo; 1 hoja de laurel; Sal.PARA LOS GUA BAOS125 Grs de harina de trigo normal;10 ml de agua tibia; 5 grs de levadura fresca; 15 grs de azúcar; 1 pizca de levadura química o bicarbonato en su defecto; 50 ml de leche; 10 ml de aceite; SalPARA LA GUARNICIÓN DE PICO DE GALLO;2 tomates pequeños; 1 cebolla fresca; Cilantro picado; Zumo de media lima; Sal.PARA LA GUARNICIÓN DE GUACAMOLE:1 aguacate; zumo de media lima; salPARA LA CEBOLLA MARINADA:1 cebolla (mejor si es morada); zumo de media naranja; zumo de medio limón; chile en polvo.
Comenzaremos preparando el pollo, unas horas antes.. El resto de ingredientes podemos prepararlos durante las 5 horas que éste necesita de cocción tranquilamente. La receta original utiliza pollo entero troceado, yo he usado contramuslos porque era lo que tenía en casa y el resultado ha sido muy bueno. Troceamos los filetes y salamos. En un vaso para batidora ponemos todos los demás ingredientes menos la hoja de laurel, batimos hasta obtener una pasta. Ponemos el pollo en un bol y vertemos la mezcla por encima, mezclamos bien para que la mezcla llegue a todos los trozos. Cubrimos con un film y dejamos reposar en la nevera unas cinco horas. Pasado este tiempo, ponemos los trozos dentro de la slow cooker junto con el laurel, tapamos bien y cocinamos a temperatura baja durante 5 horas aproximadamente. Es importante no destapar la olla durante la cocción, pues el trabajo lo hace el vapor que genera ésta al estar cerrada. Preparamos la masa de baos. Para ello, disolvemos la levadura en el agua tibia. Ponemos la harina en un bol y le añadimos el agua con la levadura, removemos un poco. Añadimos la levadura química o el bicarbonato, el azúcar, el aceite y la leche. Mezclamos y cuando se pueda trabajar la masa, la sacamos del bol y la amasamos sobre una superficie enharinada durante unos dos minutos hasta que nos quede una masa flexible que no se pegue a las manos, si lo hace, habrá que añadir harina hasta que no lo haga. Cuando esté lista, formamos una bola y la ponemos en el mismo bol cubierta con un paño de cocina para que repose durante una hora. Pasado este tiempo, la masa habrá levado (no mucho), la sacamos de nuevo a la encimera cubierta con harina, en este momento añadimos la sal, y amasamos bien para que se integre en la masa. Formamos una bola de nuevo y la dividimos en cuatro partes iguales con las que formaremos bolitas. Con cada bolita, utilizando un rodillo, haremos cuatro bases redondas, no muy finas. Una vez que las tengamos todas, las doblamos por la mitad poniendo un trozo de papel de horno en el centro para que no se nos peguen en la cocción. Las cocemos al vapor durante diez minutos aproximadamente. Para ello, yo he usado el Varoma de la Thermomix, pero podéis usar cualquier vaporera que tengáis por casa o incluso meterlas en una cacerola con un poco de agua y taparlas para generar vapor. Siempre cubriendo el fondo con papel vegetal para que no se peguen.Finalmente elaboramos las guarniciones. La primera que debemos preparar es la cebolla macerada, que necesita más tiempo para coger los sabores. Para ello cortamos la cebolla en rodajas finas y las ponemos en un bol con los zumos y el chile. La receta original usa chile habanero troceado pero no tengo y tampoco quería usarlo puesto que el picante excesivo no me gusta. Podéis usar también guindilla roja en su defecto. Tapamos y dejamos macerar un par de horas.Para el pico de gallo, pelamos los tomates y los cortamos en cuadraditos pequeños, así como la cebolla. Picamos el cilantro y se lo añadimos. Salamos y añadimos el zumo de media lima. Removemos y reservamos.En cuanto al guacamole, yo elaboro uno muy sencillo que me enseñó un camarero en el hotel de México, para ello es necesario sólo un aguacate, se tritura y se le añade sal y zumo de lima.
Cuando el pollo esté listo, dejamos enfriar para desmenuzarlo, pues tiene que servirse de esta manera. Una vez listo, montamos nuestros baos. Mezclamos las guarniciones con el pollo y los rellenamos con cuidado. Servimos con sus guarniciones al lado por si se quiere añadir un poquito más de cada cosa. Para decorar y dar un toque de color he usado brotes de rábano, pero no son necesarios.
Parece una receta muy laboriosa, y además es probable que no tengáis todos los aparatos pero no os preocupéis porque podéis hacer el pollo en la olla normal siempre y cuando respetéis el tiempo del marinado. En lugar de usar baos, podéis usar tortillas de maíz, que es lo tradicional y lo más sencillo y además, podéis cocinar el pollo de cualquier otra manera que os apetezca o usar otros rellenos con otros tipos de carne. Son muchas las alternativas que os ofrecen todos estos ingredientes. Desde luego el resultado ha sido un escándalo. ¡Hasta el próximo post!