Revista Moda

Guerra de departamentos en las cenas de (empresa) Navidad. Parte II

Publicado el 28 diciembre 2012 por Rubison
Guerra de departamentos en las cenas de (empresa) Navidad. Parte II

Llegamos al sitio donde nos comeríamos el ágape.  Lo primero es encontrar sitio en las mesas redondas que han dispuesto. Aquí, este es el momento en el que comenzamos a dar vueltas como en el juego de las sillas porque nadie quiere sentarse en la mesa de los jefes. La gente mira a un lado y a otro con disimulo, se rasca la cabeza, ríe con la que va a su lado pero no saben de qué. En definitiva intentan disimular y piensan: "Si en esa mesa se sienta esta que está todo el día gritando yo paso". A mi me gusta la emoción de modo que me siento la primera en una de las mesas y se me sienta la cúpula del poder. Lejos de achicarme me vengo arriba como Chimo Bayo.  
Observación de modelos En estas reuniones de pastores pues que queréis que os diga, hay que cada uno que monta una zaragatas que para que las prisas. Más de un@ con una pedrá en la cabeza que ha debido sufrir un traumatismo craneoencefálico para ponerse lo que lleva en su body. "La de las transparencias" que no atasca, "la del salto de cama" con la torera de la boda de su prima la de Ávila. Y el rey de la fiesta fue "Nemo, el de Matrix" que con su buena voluntad vino a ser el centro de atención de la fiesta. No paraba de volar con su chaqueta cruzada, del traje de almirante de la Marina. "La que iba muy al aire" que no estamos acostumbrados a verla. O la de los bucles al más puro estilo Bárbara Crespo, a ver, los bucles en el pelo no dan la belleza.  Si es que en estas cenas lo que queremos es sorprender y algunos !!!!Ay qué si lo consiguen!!!! Los trajes de ellos para echarlos al fuego del infierno, mangas demasiado largas, chaquetas cruzadas tipo Rey Juan Carlos o el típico estilo "CQC" que solo se pone en las bodas de "La Alameda". O también el que tiene demasiado cuello y la corbata le hace de botón lo mismo que de corchete. Luego hay excepciones, hubo algún que otro dandy con estilo propio.
Luego, "el de los pantalones pesqueros" y yo no pudimos comentar los atuendos, pues nos pillaba ya mal de voz. 
Llenado de copas No paran de llenarte la copa de vino blanco, en la mesa de los jefes el vino no falta, os lo aseguro. Solo oías las risas de las mesas de al lado hasta que tu misma te ríes de tu mesa porque la conversación se va por unos derroterros llamados "calzoncillos" donde hay escándalo. ¡¡A ver!! Hombres que leen este blog ¿los calzoncillos quien os los compra? ¿Cómo os gustan?. Todo el mundo miraba en plan: "Esta tía habla de gayumbos en la mesa de los jefes. ¿De qué va?" Pues sí, así me las gasto yo. 
Llegan las copas Copa sobre copa, llegamos al postre y ya el personal como en los buses de excursión adolescentes, y la gente se empieza a levantar. Ha llegado el momento del combinado y las camisas se empiezan a salir de las cinturillas del pantalón. Las chicas comienzan a elegir la canción del karaoke mientras mueven la falda al son de "Mi carro me lo robaron" y canta con el "veterano de Vietnam" de la fiesta. La gente se anima y decide que va haciendo calor, venga, chaquetas fuera (momento de las bodas de PSL, nadie respeta el protocolo). Ya estamos en ese punto en el que podemos perder la dignidad con la que hemos llegado posando en las fotografías a lo Pamela Anderson.
Comienzan a llegar los primeros avisos: o nos vamos o el correo (bus) se marcha sin nosotros y yo siempre pienso: "Bah, no tienen cojones". Y efectivamente no los tienen porque tardamos más de una hora en salir. Llegan las despedidas, aunque los molones nos vamos a otro sitio a seguir el sarao. Las chicas, y las más guapas, no pagamos ni entrada ni copas, así son las cosas con las guapas, si no lo eres nunca lo podrás experimentar, por eso, las feas no se vinieron. 
Aquí aparece un personaje que hasta ahora no estaba: "el que no se quiere ir ni a palos" "Al que se llevan sus amigos de los pelos" "El padre de familia que piensa en la noche es joven". ¿Cómo termina todo en estos casos? Cada vez que vas al baño y vuelves falto una persona más, así hasta que haces bomba de humo y te vas a la francesa, aunque con un poco menos de "pose" que al principio mientras se te cae el colorete por la calle y se te rompe en tu cara. esto no mola nada. 


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