¡Cómo una granadina iba a dejar de lado un plato por excelencia de su tierra! ¡Ni hablar de eso! Ya os prometí cuando las puse con choco que os pasaría la receta y por dónde, gracias a mis amigos Javier y Pele, que me han regalado las primeras de esta zona, me he acordado de mi promesa y me he animado viendo lo buenas que eran, pequeñas, tiernas y fresquísimas, a enseñaros a hacerlas. Por supuesto que cada persona tiene su manera de cocinarlas, ésta es la mía y espero que a partir de ahora sea la vuestra.
Ingredientes:
- Habas frescas 1500 g. (con cáscara)- Jamón serrano 150 g.- Aceite de oliva abundante (para cubrirlas totalmente).
Elaboración:
Calentamos aceite abundante en una cacerola, más bien pequeña pues así necesitaremos menos aceite (aunque el que sobre, que es prácticamente todo, podemos reutilizarlo). Dejamos que enfríe.
Desgranamos las habas (existen en el mercado unas maquinitas que se llaman Robito Vaina que nos facilitan el trabajo de desgranarlas).
Cortamos en lonchas medianas el jamón (ojo, que sea bueno, no es necesario que sea ibérico, hay jamones blancos exquisitos).
Con el aceite frío echaremos las habas junto con el jamón, no pondremos sal, y a fuego muy lento, con tapadera puesta (ésto es muy importante para el resultado).
Dejamos confitar (fuego bajo) durante quince o veinte minutos sin tocarlas, ni levantar la tapadera ¡¡¡bueno, podéis echar un ojito unos segundos para ver cómo cuecen!!! Dejar tres minutos reposando con el fuego apagado.
Servid enseguida, escurridas del exceso de aceite. Acompañadlas con huevos fritos.