Hábitos lectores

Uno de los procesos informativos, sociales e históricos más importantes que tiene la humanidad a partir del lenguaje es la Lectura ya que es el proceso de interpretación, comprensión, explicación de un sistema de signos lógicos que llamamos texto, ya sea este en papel o en formato digital. El lenguaje humano coincide con ser una de las primeras propiedades y capacidades del hombre para pensar. La lectura nos ofrece muchas ventajas a quienes la tomamos como un hábito imprescindible en nuestras vidas.

Con este hábito tenemos un enriquecimiento interno, adquisición de conocimientos, mejoramiento de nuestra capacidad comunicativa, entre otros beneficios. Además, es una fuente de entretenimiento apto para todas las edades, sexos y condición social. El secreto para apasionarse con la lectura reside en saber encontrar aquello que se adapta a nuestros deseos, intereses y necesidades.

Como lectores debemos eliminar nuestros “malos” hábitos (aunque cada quien tiene su manera de entenderse) leer es algo íntimo. A pesar de que la mayoría de las personas podemos leer, no siempre conocemos los buenos hábitos lectores y caemos en el error que obstaculiza nuestra capacidad de entendimiento. (Esta es una entrada general)

Entre esos errores están:

1.- La regresión: consiste en volver atrás sobre lo releído antes de seguir al siguiente párrafo. Muchas veces lo hacemos de forma inconsciente, normalmente con la regresión se pierde la idea general y retrasa nuestra velocidad de lectura. (Sin embargo, lo catalogo como un error necesario para quienes estudiamos).

2.- Movimientos corporales:  la lectura es una actividad mental y todo movimiento físico es innecesario. (Hay personas que leen mientras caminan, mientras se ejercitan y su cerebro capta muy poco de esas lecturas, hay que concentrarse).

3.- La vocalización: cuando la lectura es acompañada de movimientos labiales, aunque no haya sonido es un impedimento para seguir el ritmo lector ya que quien lee está más pendiente de vocalizar bien que de entender lo que está leyendo.

4.- Ignorar las referencias y prólogos: por más largo que sea un prólogo, la verdad es que siempre nos ayuda a entender un poco más la lectura, siempre leo el prólogo de los libros de estudio, eso me da una guía para comprender qué voy a leer. Las referencias en principio pueden ser tediosas, pero son importantes, ya que algunos escritores anotan aclaraciones o explicaciones en estas menciones.

5.- Leer con música: sabemos que la música es importante, pero si de verdad quieres aferrarte a un libro debes concentrarte en lo que lees. Si es una lectura de estudio debe haber menos ruido posible.

6.- Leer solo por leer: hoy en día gracias a Internet encontramos a muchos jóvenes que leen por novelería, no seamos como ellos.

Muchas personas pierden el interés por una lectura porque no saben manejar la comprensión lectora. Evitemos esos malos hábitos que nos bloquean y retrasan en esta hermosa tarea que es leer.

1.- Centra la atención en lo que lees, olvídate del resto.

2.- Ten constancia, el lector constante siempre será un buen estudiante.

3.- Mantenerte activo en la lectura, debes leer, releer, anotar, investigar, escribir, compartir, comentar; siempre hay que estar activos.

4.- No adoptes prejuicios, lee todo lo que desees leer, y ;

5.- Deja que la gente se enoje porque no pones atención mientras lees

Muchas personas pierden el interés por una lectura porque no saben manejar la comprensión lectora. Evitemos esos malos hábitos que nos bloquean y retrasan en esta hermosa tarea que es leer.

1.- Centra la atención en lo que lees, olvídate del resto.

2.- Ten constancia, el lector constante siempre será un buen estudiante.

3.- Mantenerte activo en la lectura, debes leer, releer, anotar, investigar, escribir, compartir, comentar; siempre hay que estar activos.

4.- No adoptes prejuicios, lee todo lo que desees leer, y ;

5.- Deja que la gente se enoje porque no pones atención mientras lees

Discreto amigo es un libro:
¡qué a propósito habla
siempre en lo que quiero yo,
siempre en lo que yo no quiero…!”
– Calderón de la Barca

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