Revista Música
El pibito corría con un casco de plástico alrededor de la mesa. Él era el mono moto loco. Corría y escuchaba, deseoso de llegar a ese final dramático donde el mono se hace pelota.
Para él, el mono se moría. Posta. Y podía sentirlo en esa voz celestial. No se percataba que al final, según la canción, parecía estar bien. Se quedaba con el momento en que la moto le quedaba de sombrero. Esquivaba sillas y veía como se llevaba por delante todo con su moto hecha de aire y corrida. Y al final chocaba con lo que tenía adelante y se quedaba tirado ahí, jugando el drama del pobre mono loco que iba en moto, una y otra vez. Qué divertido era.
Pucha, ahora la escucho y se me hace un maldito nudo en la garganta. Y no es porque hoy ha fallecido esa voz celestial. No. Es porque esa canción es como un rayo; de los más poderosos; que me vapulea y me recuerda que hace mucho que no soy el mono moto loco.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 10 enero a las 23:39
Cuántos andamos con nudo en la garganta el día de hoy, la pucha...