¿Más acción menos planeación?
En artículos anteriores, hemos abordado mucho la planeación estratégica o el establecimiento de una estrategia a priori. Sin embargo, y como también lo hemos tratado en este artículo , cuando concurrimos con pequeño emprendedores, incluso medianos, el intentar instituir toda la estructura estratégica de un negocio a priori, requiere de un enorme esfuerzo de investigación que implica dantescos costos de tiempo y dinero que resultarían infructuosos de excluir el ensayo práctico, en campo, y llevado a cabo para obtener beneficios desde el principio; no toda la estructura estratégica resultará factible de establecerse a priori y en base a especulación teórica pura. De hecho, como también hemos mencionado en otro articulo, los resultados que esté dando el negocio, al inicio, deben ser recibidos, más como elementos de información y aprendizaje que como elementos para concluir definitivamente una decisión fundamental.
Claramente, tampoco estamos recomendando iniciar un negocio carente de todo tipo esbozo, de hecho, de ser así, en lugar de emprender un negocio, estaríamos emprendiendo una aventura, con resultados totalmente azarosos. Toda incursión a la selva va acompañada de mapas y brújulas
Nunca sin estrategia ni planeación
Mantenemos, fuertemente, nuestra postura de que solo una estrategia grumosa y adecuada, amayorazgada por una misión, personalmente, vinculada a los fundadores, es la clave para la institución de una empresa que sea útil a la sociedad y satisfactoria para sus colaboradores. Empero, tanto la estrategia como la misión, no son dos elementos evidentes que se puede conseguir de forma inmediata, sino que, en primer lugar van descubriéndose, sobre todo la misión, conforme nuestras perspectivas se agudizan al adquirir mayor conocimiento de nosotros mismos y del mercado; de allí los grandes yerros al pensar que un plan de negocios, es un documento y no una idea articulada.
Deberemos partir desde un plan, que tenga contemplado nuestra vocación profesional y el mercado, pero también permita progresar y encauzarse más claramente hacia un camino. Los resultados que vamos obteniendo, y que pueden ir desde simples “likes” o muestras de interés, hasta ventas recurrentes, deberán irnos señalando el camino que deberemos seguir y que difícilmente puede ser dilucidado de la teoría especulativa.
No contemplar en el plan lo que no se ha obtenido
Por regla general, ninguno de nosotros podremos contemplar en un plan, algunos resultados que no hemos obtenido, previamente, y mucho menos contemplar algo sin experiencia, supino, real previa, y que condicione otras actividades nuestras; por ejemplo, un emprendedor podrá pensar que obtendrá cierto número de “likes” o “visitas” sobre una publicación y estimar en base a esa especulación un resultado de ventas que a su vez construye todo su castillo en el aire. Deberemos empezar por la primera etapa de un proceso o modelo de compra, y en base a eso, si podremos construir un plan, sin duda sencillo pero realista y capaz de formar mejores cosas.
Ojo, con esto tampoco queremos decir, que no podamos planear resultados, en etapas del proceso de compra más avanzadas, para productos que aun no hemos debutado al mercado, sobre todo, cuando están relacionados con otros productos previos o algo así, pero deberemos ser cautos y tener los argumentos bien armados.
Conclusiones
Con el tiempo y conforme la empresa se va consolidando en el mercado, es sumamente importante, ser capaces de poder descubrir y definir nuestros aspectos distintivos que son los que verdaderamente nos diferencían de la competencia, estos aspectos distintivos deberán resultar en ventajas competitivas, y emanan primeramente de las características más íntimas de los fundadores, después pueden sumarse con otras, consecuencia del éxito, como contar con fuerte capital y un posicionamiento de marca, pero de inicio son, básicamente, las habilidades de los emprendedores y su capacidad de hacer las cosas bien para un determinado público. Los aspectos distintivos son el pilar de todas nuestras estrategias.