Hay muchas cosas que me gustan a la hora de hacer un jabón; una de ellas es, sin duda, cuando mezclo los aceites y ves como se van integrando y cogiendo cuerpo hasta formar una especie de "masa" (por llamarla de alguna manera) que será mas o menos densa, según las necesidades de lo que vayas a hacer después.
Y ya en su molde una vez mezclados todos los aceites. En este caso el jabón de Campos de Manzanilla con Avena. Ese color tan bonito y brillante que tienen los jabones cuando los vuelcas en el molde me encanta.
Me gusta cuando alguna persona que usa mis jabones me dice que usando estos jabones nota que no son agresivos para la piel y la deja suave. Eso me gusta y considero que he cumplido mi objetivo, sobre todo si repiten en la compra de los jabones.