Halloween desde la perspectiva de teatristas…

Por: Yaismel Alba Garib
Hace una semana cogimos la libreta de abastecimiento de la nueva casa. A ver. ¿Qué nos toca hoy? Varias libras de escombros. Unos gramos de ayuda extra. No vino la pala, ni la carretilla. ¡Oye! Siempre lo mismo. Pollo por pescado. No importa. Tenemos un camión gracias a Barbarita, la de la casa del frente. Anita nos resolvió. Juana también. La palabrería palideció. El ímpetu se tornó en material de desecho. Lo que sacamos de Elsinor hay que botarlo de una buena vez. Aché. Las dos aulas priorizadas hay que limpiarlas con agua. Detalle. No encontramos la llave de paso de la tubería que va desde la cisterna hasta la ciudadela. Un pequeño problema. Pero tenemos detergente. Tenemos gente. Tenemos fiesta en la noche. Empezamos por terminar de limpiar los baños. Incontenibles. Fétidos. Etc. Pero son azulejos blancos. Increíble. Bellos azulejos blancos bajo charcos de roña. Pañuelos que cubren nariz y boca. Guantes de albañil. Manos a la obra. “¡Que peste!”. “¡No te puedo explicar!”. No hay tazas, ni tanques, ni lavamanos. Solo azulejos blancos. Al terminar, pensamos: ¿cómo abandonaron esto? Falta el desinfectante. Pasamos después a una de las aulas. Fuimos sacando sus desechos por el pasillo, por encima de la reja, hasta tirarlos. La tarea más ardua esperaba. Todo el desecho sacado había que subirlo al camión para después volverlo a bajar en una zona destinada para ellos. Sin pensarlo. Porque si lo hacíamos nos retractaríamos. Aquí estábamos los artistas. De basureros. Nada peyorativo. Solo aclaratorio. ¡Para que después no digan! Un viaje en camión por la Universidad de las Artes nos llevó al destino de la basura. Abrimos las puertas. Empujamos. Y empujamos. Era tiempo del agua. Tuvimos que traerla a cubos de una llave fuera de la ciudadela. Uno tras otro. Dos. Tres. Cuatro. Bailando bajo la lluvia. Sin sombrilla. Nos mojamos. Restregamos. Al fin. Dos aulas listas. La tarde. Con Adele. Con Amy Whinehouse. Es necesario mencionar a otros que se incorporaron. Dana. Masó. María Isabel, con la música en ella. Una muchacha de la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, documentó. A todos, gracias. No. Bienvenidos. Esto es de quienes lo arropen. En la noche. Fiesta. Fiesta. Fiesta. Bajo las estrellas. Con el rocío de los dioses. Con la claridad justa. De lo siguiente… Censurado…Así terminamos. ¿Con qué soñamos? ¿Qué podemos esperar ahora de nosotros? ¿Ruinas? No. Soles. Árboles. Artistas. Aire por las ventanas de las aulas. Donde rondan los fantasmas. Donde comienzan a brotan los retoños. Donde la verdad siempre es un juego de niños a la salida de la escuela. Esperemos La Gran Ola, de Hokusai. Un mar embravecido. Una montaña que claudica. Porque es nuestra perspectiva.

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