Otra hamburguesa para la colección de cenas o comidas informales. El secreto es elegir una buena carne de vaca o buey, una plancha bien caliente para hacerla a la brasa y unos acompañantes verdes a la altura.
Esta vez el queso elegido es Cheddar, que funde muy bien y tiene ese color anaranjado tan bonito, pero podéis elegir el que queráis.
Para 2 personas:
- 200 g de carne picada de ternera, vaca o buey, a vuestro gusto.
- 2 pimientos verdes italianos
- aceite de oliva para freírlos
- 1 tomate
- 2 lonchas de queso Cheddar
- lechuga
- pepinillos
- mostaza
- 2 panecillos de burguer (estos son de semillas)
Se pone en una sartén pequeña una pizca de aceite de oliva a calentar. Se lavan los pimientos, se secan y se cortan en tiras. Se ponen en la sartén y se baja el fuego, se tapan y se deja que se frían despacio durante 15-20 minutos.
Se preparan las hamburguesas poniendo la carne en un bol. Se salpimenta y se van tomando porciones de carne con las manos, aplastando y dándole forma de hamburguesa.
Se untan con un poco de aceite y se fríen en una plancha o sartén muy caliente. Se dejan por un lado, unos 3 minutos para que se caramelice la superficie y luego se les da la vuelta para que se hagan por el otro lado.
Se coloca una loncha de queso encima al darle la vuelta a la burguer.
Se tuestan los panecillos ligeramente, se unta la base con mostaza y se coloca encima la hamburguesa. Se dispone una rodaja de tomate, la lechuga, los pepinillo y unas tiras de pimiento verde frito escurrido de su aceite.
Se cubre con la otra parte del bollito y se sirve de inmediato.