Para acompañar las hamburguesas del otro día, hice estas hamburguesas de calabacín, y así aprovechar uno que se empezaba a hacer el dueño de la nevera, por la veteranía...
1/4 de cebolleta o cebolla tierna
3 cucharadas de queso mozzarella rallado
harina de almendras o coco, fibra de avena o pan rallado keto
1 cucharadita de perejil picado
2-3 cucharadas de aceite de oliva
Lavar y rallar el calabacín con piel y ponerlo a escurrir en escurridor o colador. Dejar que suelte el exceso de líquido durante unos 20 minutos.
Mientras tanto, rallar la zanahoria, cortar la cebolleta muy fina y picar el perejil en el caso de ser fresco, aunque también puede ser seco.
Batir el huevo en el bol, que será donde vamos a hacer la mezcla. Añadir la ralladura de calabacín ya escurrida, la zanahoria rallada, la cebolla picada y el queso mozzarella. Mezclar y aderezar la mezcla con perejil, sal y pimienta.
El salvado de avena (o pan rallado) no tiene medida. Usar más o menos cantidad dependiendo de los líquidos de los ingredientes. Incorporarlo a la mezcla poco a poco hasta conseguir una masa manipulable y que no se pegue de las manos.
Cuando tenga la textura deseada, dividir la masa en 4-6 porciones y darle forma de hamburguesas pequeñas con la ayuda de las manos. Si son pequeñas se hacen antes y es más fácil darle la vuelta en la sartén, pero se pueden hacer el tamaño y la forma que más guste.
Calentar un poco de aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Ir cocinado en ella las hamburguesas, primero por una cara y luego por la otra. Conforme se vayan sacando, se pueden colocar sobre un papel de cocina, para quitarles el aceite sobrante, si es que lo tienen.