“Harry Potter y la Orden del Fénix” supone otro cambio drástico en la ambientación de la saga. Y es que, tras un primer enfrentamiento en la anterior entrega, en esta parte Harry y sus amigos se enfrentan a una realidad mucho más cruda y peligrosa de lo que podían esperar.
Con más de 65 millones de ejemplares vendidos y justo en el ecuador de la saga, J.K. Rowling desvela uno de los secretos más importantes de toda la historia. El origen y contenido de una profecía que derivó en los acontecimientos de la noche en la que los padres de Harry fueron asesinados y que también incluye a Neville Longbottom.
Una de las cosas que más me gustaron de este libro es la cantidad de detalles que conocemos de los padres de Harry y toda su generación. La Orden del Fénix era un grupo de valientes que se unieron para combatir a Lord Voldemort en una época en la que ya nadie se atrevía a plantarle cara.
En este libro empezamos a ver a un Harry cada vez más seguro de sí mismo y que está dispuesto a llegar a donde haga falta para que la situación de peligro termine. La generación más joven apuesta todo lo que tiene para proteger a sus padres y a toda la sociedad de una amenaza inminente que el aparato político se niega a aceptar.
¿Conseguirán evadir el peligro?