Revista Cultura y Ocio
He llegado hasta esta película de Netflix gracias a la publicidad que se está dando en muchos medios acerca de las críticas que ha recibido por su tratamiento sobre un problema realmente terrible: la anorexia.
Netflix se ha acercado hasta el público juvenil con la serie "Por 13 razones", en la que trató el acoso de un modo muy duro y realmente impactante, lo que llamó muchísimo la atención de todos los espectadores y que llegó muy profundamente a todo el que la ha visto. Siendo criticada para bien o para mal por todos los que la han completado. Fue una serie que no dejó indiferente a nadie y que llenó la red social de comentarios, ideas y opiniones de todo tipo.
La semana pasada Netfix estrenaba "Hasta los huesos"; una película dirigida al público juvenil que trata otro asunto que suele golpear a los jóvenes. Lily Collins es Ellen, una joven anoréxica que empieza un tratamiento poco convencional para tratar de curar su anorexia y su total falta de apego hacia la vida, el doctor es Keanu Reeves y los jóvenes que la acompañan, personajes variopintos en los que no se profundiza demasiado.
Hace apenas un par de horas que he terminado de ver esta película y, la verdad, no sé que pensar todavía sobre ella. Lo que tengo muy claro es que no frivoliza ni juguetea con la anorexia, como he leído por ahí, más bien la convierte en una droga muy adictiva de la que parece imposible escapar. Al empezar a verla esperaba encontrarme lo de casi siempre, una joven perdida del todo que se encuentra con un nuevo grupo de acompañantes en su sufrimiento y un personaje grandilocuente y necesario capaz de ofrecer respuestas y de dar las soluciones esgrimidas por un guionista más o menos acertado... pero no es eso, es casi una visita a la vida de esta chica, una descripción bastante aséptica sobre una vida rota y a punto de llegar a un punto de no retorno.
Advierte el filme que uno se va a topar con escenas muy duras... en fin... en lo visual, a no ser la extrema delgadez de Lily (la actriz protagonista adelgazó muchísimo para el papel) y de algunos otros instantes muy concretos, no es una película que se recree en el dolor o en el sufrimiento. Es desgarradora y terrible, pero más por lo que nos da de más que por lo que nos ofrece en la pantalla, que llega por momentos a ser hasta simpático.
Marti Noxon, la directora y guionista, ha afirmado que mucho de lo que cuenta en esta película está basado en su propia experiencia de joven, lo que ofrece también un plus de intencionalidad sobre el tema de pasar por encima y no juzgar ni ofrecer curas milagrosas, de dejarnos asomar a los sueños, pesadillas e ideas de los personajes que vemos, pero no darnos más de lo que se puede ofrecer, porque la vida no ofrece soluciones únicas ni ideas milagro. Cada uno tiene que aceptar su problema, encontrar soluciones y querer vivir.
No es tanto como parece, pero me ha gustado, me ha parecido dura, fría, pero también un punto esperanzadora.
Para verla...