Revista Psicología
Querido E.:Gracias por todos losmomentos compartidos juntos, por tu generosidad y por tu grancarisma. Si tuviera que definirte no lo haría como el gótico quellevas dentro, sino como un torero que lucha sin estoque, quevalientemente ha sabido comportarse dentro y fuera del “ruedo".Melenudo, eres para mí un amigo, alguien en quien confío y al queespero que todo le vaya bien porque te lo mereces. Recuerdo lastardes al conocerte que compartías tus palabras junto a mí y mifamilia y me ayudaste mucho sin saberlo en toda mi enfermedad. Y enlas mañanas me llenaste de compañía y de buenos ratos y siempreestuviste ahí cuando te necesité. Eres una gran persona y todo loque me has dado yo lo llamo AMISTAD con mayúsculas, a pesar de lascircunstancias en las que nos hemos conocido. Te conozco un poco y megustaría mantenerte ahí porque siento un gran afecto hacia ti. Unabrazo Gigante. Guerrero de la luz