Revista Psicología

¿Hay trucos para ser feliz?

Por Mundotlp @MundoTLP
¿Hay trucos para ser feliz?
Realmente hay características que determinan el grado de felicidad de las personas.Hoy me voy a centrar en uno de los rasgos más interesantes, determinantes y fáciles de trabajar para poder ser más feliz: decidir uno mismo cuándo vivir una sensación negativa: hacer una renuncia a un plan que ya no encaja en el horario, recibir críticas de otras personas, afrontar un enfado con alguien al pedir algo, acabar una relación de pareja, anular las vacaciones…Simple y complejo a la vez. El caso es que las personas que entienden que han de pasar ciertos malestares y se comprometen con lo que han de sentir en ese momento, no se desgastan tanto y son más felices. Cuando hablaba sobre la resiliencia y la madurez ya destaqué este aspecto protector, hoy vamos a profundizar un poco más sobre el factor protector que hay tras elegir cómo y cuándo estar mal.

No es lo mismo Tirarse que Caerse

Esta frase resume en poco espacio mucha información relevante. ¿Por qué no es lo mismo tirarse que caerse? Tirarse implica caerse, pero cuando uno lo ha decidido. Es decir, ha ocurrido algo negativo, pero soy yo quien decide cuándo hay que vivirlo. No espero sin más a ver si hay suerte y no tengo que vivir algo inevitable. Decidir yo cuándo vivir un malestar ayuda a ser más feliz… tras aceptar que a veces antes he de estar bien he de estar mal.Es frecuente que nos enfrentamos a malestares cotidianos que posponemos, o tapamos aun cuando sabemos que vamos a tener que afrontar. Cuando eso ocurre es cuando nos caemos. En este caso, no decidimos pasar ese mal trago y nos suele pillar a contrapié. Las herramientas para hacer frente la adversidad están poco preparadas para sernos útiles. La sensación que tiene alguien que se cae es la de que no consiguió evitar lo que temía. Siente fracaso, rabia o incluso culpa por no haber sido capaz de evitarlo. Es frecuente que en realidad nunca se pudiera evitar, simplemente había que decir hacerlo y vivir las consecuencias que le acompañan. Usar esta idea para ser feliz, hace que sea evidente por qué para algunas personas es tan difícil conseguirlo “¿¡Tengo que estar mal para poder estar bien!?”

¿¡Tengo que estar mal para poder estar bien!?


Analicemos algunos ejemplos que ilustran porqué decidir tirarse es mejor que caerse.

Tengo pendiente una revisión médica: si es algo que voy a tener que afrontar, pongamos que he de ir a una mamografía pero temo que me digan algo malo, puedo posponer el momento de afrontarlo por medio de dejar para otro momento la cita,  o convenciéndome de que no hay ningún síntoma llamativo. Lo cierto es si hay angustia y al final hay que hacerse la prueba, lo normal es que uno llegue más asustado y sugestionado de la cuenta. Al final me caigo… Me hago la prueba, pero no me tiro… No soy yo quien decide, es la presión del tiempo quien se impone y cedo. Ser yo quien elige, y no haberlo negociado con uno mismo  ayuda a que uno tome conciencia de que está asustado, favorece el dejar las sensaciones y que estas empiecen a ceder antes de que llegue el momento de la prueba médica. En los casos en los que no es así, cuando nos agobiamos y no cede el malestar aun cuando decidamos afrontar, suele hacer falta algo más de ayuda por medio de psicoterapia ara enseguida reconducir ese bloqueo.

Negociar con uno mismo hacer o no algo puede ser muy bloqueante


Tengo que avisar de que no voy a ir al cumpleaños el sábado: cuando no queremos quedar mal tras habernos comprometido a ir a un cumple, podemos dejarlo hasta el último momento para justificarnos con alguna razón de última hora que era inevitable. Algo así como que no queríamos fallar pero al final no hubo otro remedio. La opción “caerse” puede valer perfectamente pero elegir afrontar, “no voy” y estar dispuesto a escuchar “qué pena, haz el esfuerzo, no faltes” puede ser menos terrible que estar con la idea en la cabeza la semana entera por no afrontar ese momento.
Estoy cenando con los amigos del trabajo de mi pareja y me angustia quedar mal: Estar con la idea de no quedar mal puede llevarnos a ser muy agradables para ganarnos a los demás, y también a bloquearnos y a hacer que nos sintamos a examen sin posibilidad de relajarnos en todo el evento. Decidir afrontar la idea de “a lo mejor no les caigo bien” facilita poder observar a los demás, a no chequear el efecto que produce cada frase en los demás. Es más fácil esforzarse por caer bien sin excederse ni agobiarse tanto. Claro que para que sea así hay que decidir tirarse y no optar por evitar caerse.Hablar con alguien que huele mal a diario: Esta es una situación que analicé en detalle en el artículo sobre cómo decir que alguien huele mal. Expongo muchas maneras de hacer frente a ese conflicto, y por tanto no caerse, sino tirarse…

Decidir tirarse y no optar por evitar caerse, te hace ser feliz

La idea más relevante que hay en el hecho de tirarse es que afrontamos y resolvemos. Lo que conseguimos es que la ansiedad pueda ir cediendo tras pasar un primer pico de incomodidad. Pocos malestares ceden si no es pasando por este momento incómodo. Las personas que buscan siempre un camino por medio del cual el malestar no aparezca, se atascan y se enquistan en la actitud evitadora. Elige como única opción no caerse.
http://elmundotlp.blogspot.com/es

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