Nunca te has preguntado cuanto han viajado esas lechugas o tomates que tu estás comiendo. Si lo supieras en algunos casos podrías deprimirte al saber que las lechugas han viajado mas que tu en los últimos meses para llegar a tu plato, y es que hoy en día las temporadas de cultivo no se respetan y estamos acostumbrados a comer lo mismo todos los años. Lo cual nos ha llevado a perder el sabor de la mayoría de los vegetales, y a añadir aditivos y preservativos a los alimentos para que se conserven durante los viajes. Lo cual hace incrementar el nivel de tóxicos en nuestro cuerpo.
Pero nunca es tarde para cambiar tendencias, siempre puedes cultivar algunos alimentos para alimentarte de una forma más sana y al mismo tiempo ahorrar dinero. ¿Pero cómo no tengo terrenos para cultivar? Te puedes preguntar, bueno pues de una forma sencilla creando tu propio huerto urbano en casa o en tu balcón. ¿Cómo? Pues aquí te dejo dos guías sencillas donde podrás encontrar toda la información:
El balcón comestible
“El balcón comestible pretende ser una guía ilustrada para animar a los lectores a utilizar de forma amena y realista el pequeño espacio urbano que disponemos (…) Todos tenemos un enorme potencial por descubrir. La palabra sostenibilidad, tan en boga últimamente, empieza por nosotros mismos: somos capaces de cultivar algunas hierbas en el alféizar de la ventana, unas tomateras minibel en una ventana… por el placer de verlas crecer cada día a nuestro lado. ¡¡¡Ánimo y buen provecho!!! ”
Curso: Huerto urbano ecológico
El huerto urbano nos acerca al entorno natural en plena ciudad. Es una ventana abierta a la naturaleza y a sus ritmos y nos invita a formar parte de ella en lugar de vivir ajenos a ella.
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