Revista Cultura y Ocio

Headhunters. Jo Nesbø

Publicado el 11 septiembre 2012 por Mientrasleo @MientrasleoS
Headhunters. Jo Nesbø
     "Una colisión entre dos vehículos es pura cuestión de física. Todo depende de las casualidades, y las casualidades pueden explicarse con una ecuación: fuerza multiplicada por tiempo es igual a masa multiplicado por aceleración. Y si consideramos esas cualidades como variables, obtendremos un relato sencillo, verídico e implacable. Un relato que da cuenta, por ejemplo, de lo que sucederá si un camión de veinticinco toneladas que circula cargado hasta los topes a una velocidad de ochenta kilómetros por hora alcanza a un turismo que va a la misma velocidad pero que pesa ochocientos kilos. Dependiendo de estas casualidades que son el punto de impacto, el tipo de carrocería y el ángulo en que se encuentran los dos implicados en uno con respecto al otro, puede existir un sinfín de versiones de un mismo relato, aunque todas tendrán dos consecuencias claras: todas esas versiones son tragedias y es el turismo el que lleva las de perder."
     Suelo quejarme de las sagas largas, luego caigo en ellas de forma estrepitosa y acabo enlazando tomos seguidos en los que no me despego de los mismos personajes, pero me quejo. Y de las sagas que salen, las más extensas son muchas veces las policiacas, así que son las que me pienso más si comenzar. Caso tras caso enlazamos libro tras libro muchas veces por decenas. Pese a todo sigo conociendo nuevos detectives, eso sí poco a poco, e incluso a veces, algún autor despistado se desmarca con un libro independiente. Es el caso del libro que traigo hoy, se trata de Headhunters.
     Un Headhunter es un cazatalentos. Se dedica a buscar profesionales de éxito para empresas independientes, es uno de esos trabajos que nos resultan llamativos cuando conocemos de su existencia y siempre asociamos al glamour. Y a eso se dedica Roger Brown, con mucho éxito además. Lleva una vida envidiable, con una casa fantástica y una esposa a juego. Pero todo eso cuesta dinero y Roger costea su vida mediante robos. Será su propia esposa quien le presente a Clas Greve, un hombre candidato para su negocio... y para ser robado, puesto que posee un cotizado Rubens en el que nuestro protagonista ve un futuro en el que el dinero no es una preocupación. Lamentablemente para él, el dinero dejará de preocuparle pero no porque no lo necesite, sino porque tendrá cosas más importantes en la cabeza, y peligrosas.
     Como curiosidad os comentaré que esta obra, siendo independiente del personaje más conocido de  Nesbø, Harry Hole, tiene una relación extraliteraria muy directa con él. Cuando se publicó, el autor creó una organización benéfica para alfabetizar a niños en el Tercer Mundo bajo el nombre de Harry Hole. Desde 2.008 todos los beneficios de esta obra, en cualquiera de sus formatos incluído el cinematográfico, van a parar directamente a ella. Sin duda un gesto a resaltar.
     En cuanto al libro, es más corto y tiene mucha más acción que los otros que he leído de Nesbø. Eso le da un toque diferente para los que ya le conocemos, y prepara a quienes aún no hayan comenzado. Es un libro de dualidades. Por debajo de la acción tenemos un protagonista con muchos matices y dos caras; por un lado es un triunfador y por otro un ladrón; es un hombre que sabe lo que vale, pero esconde inseguridades que jamás reconocería abiertamente. Y tal vez por esa vida "de pose" es por lo que terminamos conectando con él, perdonándole la chulería y la prepotencia y riéndonos de sus pequeñas obsesiones con detalles como la altura. Hay también una dualidad en importancias, es en cierto modo una lucha de inteligencias, un duelo. Y eso nos mantiene en vilo sin buscar el misterio y la sorpresa fácil, sino llevándonos de la mano mientras nos muestra pistas, verdaderas o falsas, hasta dejarnos sin aliento en mitad de la carrera.
     Hoy traigo uno de esos libros de ritmo endemoniado que buscan, en este caso con éxito, dejar al lector sin aliento, conseguir que suden las manos mientras pasamos las páginas y miremos el reloj de reojo esperando que el tiempo no corra para leer un capítulo más. Un protagonista contradictorio, casi inestable, que nos trae de cabeza todo el libro, acompañado de retos, carreras, asesinatos, giros, engaños... ¿qué más se le puede pedir? Ah si, nos concede además un buen final.
     Y es que yo muchas veces abro un libro por evasión, y disfruto cuando, al cerrarlo la tarde se ha convertido en atardecer o casi noche y las horas se me han escapado entre los dedos. Porque a mi me decían de pequeña, que cuando uno disfruta el tiempo pasa volando. Y a vosotros, ¿cuándo tenéis la sensación de que se os pasa el tiempo volando?
     Gracias
     PD. La película, recién estrenada:


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