Revista Cultura y Ocio

Héctor en orientación para padres y profes - Artículo de opinión

Por Eltiramilla

Es cierto que hay numerosas lecturas obligatorias que resultan inabarcables o terriblemente aburridas para los jóvenes por centrarse en temas que no les afectan, sobre todo clásicos con un lenguaje tan diferente al actual. Pero también hay novelas de este tipo amenas y entretenidas, e incluso obras más modernas con reflexiones profundas envueltas en tramas trepidantes que se apañan con extensiones breves. De ambos tipos pretendo hablar en esta orientación, de acuerdo con lo que he conocido en estos años.

Héctor en orientación para padres y profes - Artículo de opinión
Cuando tienes quince inviernos te aburren soberanamente todos esos consejos y aparentes moralinas que profesores, padres y demás adultos dirigen hacia ti, por eso un buen libro es la mejor forma de entrar a reflexionar sobre temas como la responsabilidad o la verdadera amistad sin la sensación de que te están adoctrinando. En mi caso, con quince años tuve la fortuna de encontrarme con una novelita breve de Concha López Narváez y Miguel Salmerón, Hola, ¿está María?. Digo suerte porque más de cinco años después aún la sigo saboreando sin que haya perdido su esencia ni lo más mínimo. Lo que más aprecio de esta narración es su rematada fidelidad al punto de vista de los adolescentes protagonistas, lo que permitía que uno se identificara plenamente con las dudas de Miguel. Por otro lado, la propia evolución en la relación de los distintos personajes, ya sea de amistad o amor, es totalmente coherente (que no necesariamente lógica), lo que le otorga una cualidad positiva más a este libro.

Héctor en orientación para padres y profes - Artículo de opinión
De la autora anterior tampoco podré olvidar la inquietante y también breve La tejedora de la muerte, además, tuve la suerte de que López Narváez viniera en dos ocasiones a mi colegio. En esta novela la protagonista ha de enfrentarse a un pasado ya olvidado e inesperado cuando acude al pueblo de su niñez a hacerse cargo de la casa familiar; allí descubrirá hasta qué nivel pueden calar en una persona las rencillas entre parientes, todo contado a través de una trama muy ágil y con mucho suspense. Ese curso y el siguiente resultaron muy fructíferos, pues también tuvimos que leer uno de los clásicos, pero de los que te marcan, y que hizo mella en la mente impresionable de un quinceañero como yo, las Leyendas de Bécquer. Sin duda uno de los maestros del miedo, la sugerencia y la intriga desasosegante, Gustavo Adolfo me estremeció y marcó mi interés por este tipo de relatos. Es irrepetible la descripción del sentimiento producido por la música de Maese Pérez sin menosprecio del retrato de la angustia vivida por la joven Beatriz a la espera de recuperar su banda azulada de manos del valiente Alonso.

Héctor en orientación para padres y profes - Artículo de opinión
Pero hay muchas más obras de mi etapa escolar y de instituto que me han resultado apasionantes por unas razones u otras, como Caperucita en Manhattan, de Carmen Martín Gaite, un viaje por la Gran Manzana a través de la dulce e inocente ansia de libertad de Sara Allen. Especialmente memorables me parecían los personajes de Miss Lunatic, así como la hilarante abuela de la protagonista, una auténtica representación del inconformismo. No me olvido tampoco de la resolución y los recursos que poseía el pobre chaval de Atrapado en la oscuridad, de José Luis Velasco, ante cualquier obstáculo; un personaje muy avispado que, sin más compañía que sí mismo, conseguía mantenerse lúcido y orientarse (en más de un sentido) en medio de la solitaria negrura de las cuatro paredes de su prisión. Por último, si bien no fue una lectura obligatoria, Eragon, de Cristopher Paolini, es una saga que me hizo plantearme qué decisiones tomaría yo si estuviera ante las cuestiones de fondo que debía afrontar el personaje homónimo. Bajo el halo fantástico de la novela se esconden los mismos temas de siempre y el autor les da alguna que otra interesante vuelta de tuerca.

En definitiva, con todos estos libros y más experimenté sin paracaídas las palabras amistad, amor, coraje, responsabilidad, aventura y miedo en sus múltiples significados: un viaje que recomendaría para todos.


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