Como soy una adicta a los helados siempre que viajo a una ciudad me encanta probar los conos o tarrinas artesanas de las heladerías locales. Será que relacionamos los helados con la infancia y nos permite disfrutar de un sabor y textura que nos traslada inmediatamente a nuestra niñez.
En nuestra visita a Oporto pasamos varias veces por el establecimiento de Santini, pero siempre había una cola de personas inmensa y posponíamos la visita a otro momento.
Un día no se veía gente fuera del establecimiento y entramos, aún así tuvimos que esperar casi media hora a que nos atendieran, si bien la espera mereció la pena por la calidad de los helados.
Las heladerías están decoradas de forma limpia y funcional en tonos rojo y blanco con rayas, muy colchonero.
La heladería se remonta a 1949 a la localidad de Tamariz, en Casçais, donde su fundador Attilio Santini abrió la primera heladería.
En su página web tenéis la historia de este emprendedor portugués de carácter afable y bonachón, pincha aquí.
En su tienda aparecen fotos antiguas de famosos clientes, como los reyes de España, habituales del establecimiento al vivir el Rey Juan Carlos su infancia en el exilio en Estoril.
Caravana de helados
Mientras esperábamos íbamos decidiendo qué helado probar de su amplio repertorio.
Nacho se decidió por el de plátano y chocolate, yo por el de canela de Ceylán y de frambuesa, Luis por el de manzana y melón y Álvaro por el de vainilla de Madagascar.
Muy ricos todos, excelente la calidad y la textura aérea del helado. Como tienen sucursales en distintas ciudades portuguesas como Lisboa, Oporto, Casçais, Estoril... no debéis de dejar de visitarlo si sois devotos de este magnífico dulce.
Canela y frambuesa
Plátano y chocolate
El surtido de sorbetes de frutas era magnífico...
Manzana y melón
Una buena recomendación si paráis por Portugal, nuestro país vecino.Manzana asada
Menta con chocolate
Frambuesa
Kiwi
Limón con chocolate