Revista Cocina
Ha llegado la cuarta “ola de calor” es la frase más repetida en éstos días en los diferentes medios de comunicación. Y yo me digo: Si es verano, hace calor…. ¡¡ menuda noticia !! la noticia sería que hace frio, nieva o no deja de llover en verano.
Y es que la calor, hoy en día…no debería ser noticia, porque de siempre, en nuestra tierra, en ésta época del año, hace calor, mucha calor. Dejaban constancia de ello, los escritores y poetas andaluces; entre ellos los genios de la comedia española a finales del siglo XIX y principios del XX, Joaquin y Serafín, Los hermanos Alvarez Quintero, quienes supieron escenificar como nadie el “genio” andaluz, escribieron en una de sus muchas obras literarias:
"El calor, la calor, los calores y las calores. Primero viene el calor, luego sigue la calor, se continúa con los calores para, más tarde, vencido ya septiembre, acabar con las calores".
Y el genial y también escritor andaluz Pedro Muñoz Seca, en su obra Anacleto se divorcia (1.933), uno de los personajes decía:
“Aquí…tenemos el caló, como tó er mundo; la caló que ya es cuando uno empieza a sudá. Después vienen los calores, que es pa reventá y, por último, las calores donde uno si pudiera se quitaría hasta el pellejo”.
Hoy en día, nos quejamos, porque realmente hay días es es “pá reventá” de tanta “caló” aunque tengamos todas las comodidades del mundo para no sufrir o mejor dicho, sobrellevar las calores propias de ésta época del año. Que si el ventilador, que si el aire acondicionado hasta en….. que si agua pulverizada en las terrazas de los bares e incluso por las calles, todas las bebidas bien frias conservadas en los frigoríficos, etc. etc.
Qué lejos queda en mi recuerdo aquellos remedios de mi madre para soportar ésas calores veraniegas, consejos sabios que aprendían nuestras madres a la vez de sus mayores: Hay que ir por los “mandaos” al mercado a primerísima hora y con un parasol (que no un paraguas) para soportar el sol a la vuelta; el abanico siempre en la mano, la ropa ligerita, abrir las ventanas de toda la casa que entre el frescor de la mañana, los días de “terrá”, ése calor malagueño que dura tres días, ni tan siquiera abrirlas, mantenerlas cerradas, las persianas caídas, la casa a oscuras todo el día, hasta bien entrada la noche, a la caída del sol, entonces es cuando hay que abrirlo todo.
Regar la puerta de las casas, para refrescar el ambiente y a la “fresquita”, era todo un ritual, para sacar las sillas de enea poder conversar y hacer tertulias con los vecinos.
Y para evitar la deshidratación, el botijo siempre a mano……
Sin olvidar que antaño, no tenían por costumbre bañarse en el mar…..como mucho, pasarse paños de agua fría o refrescarse en las fuentes cercanas.
Menos mal, que en ése aspecto también hemos avanzado los andaluces….qué sería de mi sin bucear, sin poder disfrutar no sólo del frescor de las aguas, sino de los maravillosos paisajes de los fondos marinos de las playas malagueñas….como éste fin de semana... Ahí no hace calor...
Qué lejos quedan ya aquellos días de “los calores” que soportaban nuestros mayores, frente a los remedios de hoy en día, entre ellos un sinfín de bebidas y helados que almacenamos en frigoríficos y que por suerte preparamos en nuestras propias casas….
En ésta ocasión les propongo helado de limón, concretamente con ""lemon curd" (pinchando aqui verán qué delicia); crema de limón que suelo usar para preparar con hojaldre y merengue en invierno y que ha dado lugar a preparar con ella un helado sorprendente por su delicioso sabor, nada fuerte, mantecoso y a la vez refrescante.
¿Se animan a prepararlo? ¿Cómo lo hice?
Ingredientes:
100 grms. de azúcar, un sobre de azúcar avainillado (lo venden en cualquier supermercado), el zumo de un limón, dos yemas de huevo, 75 grms. de mantequilla, ralladura de la piel de un limón (sin la parte blanca), un bote pequeño de nata especial para montar, 50 grms. de azúcar glas.
Los pasos a seguir:
Preparar el lemon card,
para ello en un cuenco de cristal batir las yemas de huevo junto con el azúcar, la ralladura del limón, el zumo y colocarlo dentro de una cacerola con un poco de agua.
A fuego medio ir removiendo con cuidado de que no llegue a hervir la crema durante unos diez minutos aproximadamente, hasta que tenga una consistencia de natilla.
Apartar del fuego y añadir la mantequilla a temperatura ambiente, reblandecida e ir removiendo hasta que esté completamente integrada.
Dejarla enfriar en el frigorífico aproximadamente una hora.
Recordar que todos los ingredientes, e incluso el cuenco para montar la nata deben estar bien frios.
Montar la nata con el azúcar glas y a continuación mezclarla con el lemon curd con movimientos envolventes para que la nata no se baje.
Pasar la mezcla a una jarra amplia que tenga dispensador para después verter el preparado por el bocal de la heladora.
Siguiendo las instrucciones de la heladera, el recipiente central debe estar metido en el congelador un día antes.....
Encender la heladora, ponerla en marcha y verter la crema del helado poco a poco, deja que el helado monte y se enfríe durante 35-45 minutos, doblará su volumen al coger aire mientras se bate en la máquina.
Echar el helado a un recipiente con tapa para llevar el helado de crema de limón al congelador hasta que coja un poco más de consistencia.
Si no tienen heladera los pasos a seguir son los siguientes:
Una vez hecha la mezcla de lemon curd con la nata montada, pasas la mezcla a un recipiente con tapa, a ser posible de acero inoxidable por su transmisión y mantenimiento del frío.
Introducirlo en el congelador y pasada una hora, sacarlo y batirlo cuidadosamente, recogiendo la parte que está en contacto directo con el recipiente que se hiela antes, y llevándola al centro.
Volver a introducirlo en el congelador y repetir la operación cada media hora o una hora, hasta que el helado tenga la consistencia deseada.
¡¡ Espero se animen a disfrutarlo !!