Revista Libros

Helen no puede dormir, Marian Keyes

Por Ladyboheme @Ladyboheme
Helen no puede dormir, Marian Keyes    Hace muchos años que leo todo lo que Marian Keyes publica, sin casi excepción (bueno, sí, el libro de cocina), y siempre consigue sorprenderme. Como la descubrí hace mucho, para mi siempre ha sido  la Reina del Chick-Lit, y me he ido sorprendiendo con la evolución que ha tenido, volviéndose cada vez menos divertida y más dramática. Es normal, teniendo en cuenta que ella misma ha sufrido una depresión de la que le costó mucho salir, que deje de lado ese humor fresco que nos deleitaba en sus primeras novelas, para volverse más intensa, sin que por ello ni una cosa ni la otra sean peores, son simplemente diferentes. 
   Helen no puede dormir es la novela de la quinta hermana Walsh, la pequeña, la más loca, que conocimos como secundaria sobre todo en ¿Hay alguien ahí fuera? pero que ha estado presente en las cuatro novelas de las Walsh. Siempre ha sido la rebelde, muy difícil de tratar, muy directa... Pero ahora Helen ha crecido, está en sus treinta, con novio, con un trabajo de detective privado que no va tan bien como al principio y que, por culpa de la crisis, termina perdiendo su piso y volviendo a casa de sus padres. Por si fuera poco, Jay Parker regresa a su vida para proponerle un trabajo: encontrar a Wayne Diffney, miembro del grupo Laddz, que tuvo su éxito años atrás y que vuelven a juntarse para dar un concierto en Irlanda. Helen aceptará el caso por el dinero y por estar ocupada ya que, aunque ella no cree en ellas, sufre una profunda depresión. 
   La historia nos la cuenta la propia Helen, con su peculiar forma de ver el mundo, intercalando con episodios de su pasado que nos irán poniendo en situación de lo que le ha pasado para terminar así. Tiene momentos muy, muy duros relacionados con la depresión, que es tratada sin un punto de humor (creo que esta enfermedad no lo tiene) y con muchísimo realismo. Helen tiene menos de una semana para encontrar a Wayne antes del concierto, y revolverá toda su vida para hacerlo. 
   El argumento podría ser perfectamente el de cualquier novela de chick-lit y, sin embargo, no está enfocado así. Al menos, a mi no me ha parecido una novela de ese género, sino un libro sobre la depresión, sobre estar muy perdida y no saber qué hacer, sin que caiga en la autoayuda, eso sí. Creo que mucha gente huirá espantada en cuanto vea la portada y el nombre de la autora y, sin embargo, me parece un libro que puede gustar a muchos. Se hace algo durilla, ya que trata un tema muy serio y, a diferencia de otras novelas de la Keyes, desde el principio sabemos lo que es. Pocas sorpresas hay en este libro y sí muchos sentimientos. Alguna nota de humor hay, no todo va a ser drama (si lo fuera, creo que no habría sido capaz de terminar el libro, así de intenso es), pero no es la nota dominante de la narración.
   A mi me ha gustado mucho, aunque me he quedado con la espinita de qué habría sido este libro si Marian Keyes lo hubiera escrito hace años, cuando todavía escribía humor. Helen está tan loca y es tan... diferente, que podría haber salido cualquier cosa. 
   Pese a esa espinita, este libro me ha gustado mucho. Es adictivo, se lee muy rápido y aunque parezca imposible, se empatiza con Helen enseguida. Si habéis leído a Marian Keyes, no esperéis algo como sus anteriores libros, y si no lo habéis hecho porque no os gusta el chick-lit, dadle una oportunidad a esta novela, os sorprenderá. ¡¡Visita mi blog y déjame un comentario!!

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