Tipo de crítica: Novedad 2011
Título original: Hex Hall
Primer tomo de la saga Hex Hall
Clasificación: Novela fantástica
Nuestra edición: Destino, 2011, 14’95 €
Valoración: 4 sobre 5
Sophie es una bruja joven, torpe e inexperta. Después de que utilizara un hechizo para ayudar a una “amiga” y todo saliera de la peor manera posible, sus padres deciden internarla dos años en Hécate Hall, un selecto internado para brujas, hadas, metamorfos y un vampiro con tendencia a meterse en problemas. Nada más llegar se gana tres poderosas enemigas, se enamora del novio de una de ellas, se hace amiga de la marginada de la escuela y se enemista con algunos profesores. Sin olvidar un fantasma que se aparece cada dos por tres y un misterio que la llevara a descubrir y destapar secretos de su familia que casi mejor hubieran permanecidos ocultos.
Hex Hall es una de las novelas más divertidas y entretenidas que he leído este año. Una comedia romántica con mucha magia y muchos secretos que me proporcionó unas estupendas horas de lectura (en concreto, una sentada en el rincón de leer que duró cinco horas y media). Aunque la novela se revela como una mezcla de varias fuentes como podrían ser la saga Medianoche (Claudia Gray), las obras de P. C. Cast, Harry Potter, la película Jóvenes y brujas, etc., Rachel Hawkins escribe con la suficiente gracia y humor como para ganarse la simpatía del lector. ¿Es esto malo? No necesariamente. La obra se presenta como un divertimento, una comedia fantástica con toques de romance y secretos de familia, una novela para leer y olvidar. Es como una comedia romántica que ya has visto un millón de veces, pero como esta vez la protagonista es Amy Adams, tiene un encanto especial. Lo mejor que tiene el libro es que se guarda mucho de llenar sus páginas con ese tono postizo de falsa trascendencia del que adolecen muchas novelas, ese molesto aire de “la historia que te voy a explicar es la leche de fuerte y puff… si no te emocionas o no lloras es que estás muerto…”. Al contrario, Hex Hall tiene la ligereza de una historia conocida pero muy bien contada. Sophie es simpática, el trío de malas son tópicos con faldas (aunque buenos personajes a su manera), el chico es lo de siempre (pero con sentido del humor), los secundarios tienen suficiente carisma y la historia de amor… bueno, reconozco que es como la novela, simpática, agradable y ligera, aunque también admito que empiezo a estar muy cansado de historias de chicas que ven al chico y a la primera de cambio ya están enamoradas y con las bragas en los tobillos, pero con inseguridades porque “nunca se fijará en mí y soy poquita cosa… ¡si hasta tengo pecas y todo!” (En serio, ¿qué pasa con las pecas en la literatura juvenil? ¿Por qué están tan demonizadas?) ¿Lo que menos me ha gustado? Una inadecuada portada que no dice nada y que, en mi opinión, juega directamente en su contra porque no refleja lo mejor de la historia: su tono ligero y su sentido del humor (lo que sí hacía su portada original y apuntaba de forma sutil el tema del doble que se desarrolla en la historia).
Concluyendo, Hex Hall es una novela ya leída en otras obras, pero divertida, bien escrita, agradable y con la suficiente gracia e ingenio como para estar toda su lectura con una sonrisa. ¿Merece la pena? Indudablemente. Personalmente siempre se ganarán antes mi corazón aquellos libros simpáticos, ligeros y sin pretensiones, que aquellos otros que plantean exactamente los mismos problemas pero con un tono pesado y falsamente trascendente.