En 2013 se cumplieron 430 años de la primera representación del Teatro Español, que en sus orígenes tenía el nombre del Corral del Principe. Eso lo convierte en la sala de teatro en activo más antigua del mundo. Viajamos al pasado para situarnos en el 21 de septiembre de 1583. Aquel día abría sus puertas El Corral del Príncipe, poco más de un año después de que la Cofradía de la Pasión adquiriera y remozara dos casas en la calle del Principe para convertirlo en un nuevo corral de comedias o lugar de representación de espectáculos teatrales. Así fue como Felipe II dio autorización para la puesta en marcha de un nuevo Corral de Comedias en Madrid, después de otros que ya le precedieron en la ciudad, tales como el Corral de Burguillos, el Corral de la Cruz, el Corral de la Pacheca o el de la calle del Sol. El Renacimiento dio paso a una actividad teatral más profesional, menos juglaresca y callejera por así decir, en la que directores, autores, actores y empresarios se coordinaron para ofrecer obras teatrales del gusto del público el cual debía pagar el precio una entrada para disfrutarlo. En España, al igual que en Inglaterra, el desarrollo teatral estuvo marcado por un carácter popular que no tuvo en otros países europeos, en los que este arte tuvo sus promotores entre las clases más elevadas de la sociedad. El espacio que se inauguró el 21 de Septiembre de 1583 con el nombre del Corral del Príncipe pasó por un sinnúmero de reformas, ruinas, demoliciones, incendios y reconstrucciones pero logró mantenerse en el mismo lugar durante cuatro siglos con apenas tres cambios de nombre. Teatro del Príncipe y el actual Teatro Español. Del repertorio inicial del Teatro sobresalen grandes nombres del teatro español, Lope de Vega, Tirso de Molina, Ruiz de Alarcón, Calderón de la Barca, Rojas Zorrilla, así como renombrados actores tales como La Calderona o Juan Rana (véase blog La Aventura de la Historia para más información sobre este famoso actor de la época) Entretanto Madrid se convertía en la Capital del Imperio español en 1561. En 1638 el Ayuntamiento de Madrid se hizo con la propiedad de los dos Corrales de Comedias que competían entre sí, el del Príncipe y el de La Cruz.El cambio de siglo y de dinastía no vieron una buena evolución del teatro español. A mediados del siglo XVIII eran ya muy visibles las influencias del teatro francés e italiano. Precisamente a esta última influencia se debe la transformación del Corral en sala de Teatro –con el nombre de Teatro del Príncipe- con forma de herradura y platea en planta baja rodeada de palcos, según diseño de Sacchetti. Hasta finales del siglo XVIII no se deja sentir la influencia francesa cuyos máximos representantes fueron García de la Huerta y Moratín. En 1792, se estrenaba “La Comedia Nueva o El Café”, una obra que marca un hito en el teatro español de la época. La guerra entre los dos teatros competidores, el Teatro del Príncipe y el Teatro de La Cruz, era cada día más acusada con abundantes episodios de controversias, sabotajes y hasta peleas.A comienzos del siglo XIX se desata un incendio que destruye el Teatro del Príncipe, tardándose cinco años en acabar la reconstrucción a cargo del arquitecto Juan de Villanueva. Será esta sala de estilo neoclásico la que vivirá la fiebre del Romanticismo: “Don Álvaro o la fuerza del sino” del Duque de Rivas en 1835, “El Trovador” de García Gutierrez en 1836, “los amantes de Teruel” de Hartzenbusch en 1837 y más tarde la reposición de “Don Juan Tenorio” de Zorilla. En el teatro se citaban los amantes, se encontraban los políticos y sobre todo, los artistas y escritores de la época quienes encontraban el lugar ideal para sus debates y tertulias. Este papel de foro y lugar de encuentro de intelectuales se mantuvo a lo largo del tiempo en el Teatro Español. Estamos en la época en la que se crean los grandes centros culturales de Madrid, la Biblioteca Nacional en 1836, el Teatro Real en 1850, el Museo Arqueológico Nacional en 1861 que convierten a la capital de España en un gran foco de cultura. El Teatro del Príncipe se gana a pulso el apelativo de vivero del repertorio teatral español. Conforme avanza el siglo, el Romanticismo degenera en un neorromanticismo popular cuyo máximo exponente es el drama de Echegaray, quien ve estrenar su obra “El gran Galeoto” en el Teatro del Principe en 1881. Julián Romea y José Valero son sustituidos por Antonio Vico y Rafael Calvo, cada uno con su propia compañía. Ya en los primeros años del siglo XX, D. Benito Pérez Galdós y D, Jacinto Benavente asisten al estreno de sus obras en una Sala que volvió a ser remodelada y ampliada en 1929 bajo la dirección del arquitecto Pablo Aranda, para adquirir un aire más elegante. Los años siguientes fueron de un gran esplendor teatral y cultural con García Lorca, Valle Inclán y Unamuno como los grandes autores del momento. Una vez finalizada la Guerra Civil Española, el Teatro retoma sus funciones y nos ofrece el exitoso estreno en 1949 de "Historia de una escalera" de Antonio Buero Vallejo. Como curiosidad, cabe decir que la parte de la obra de Buero que no pudo escenificarse entonces debido a la censura, fue contada unos cuantos años después en "Las Bicicletas son para el verano" de Fernando Fernán Gómez. En 1975, el Teatro Español debe superar un nuevo incendio y una nueva restauración finalizada en 1980. Es desde entonces que tiene el aspecto que ahora podemos disfrutar. Para los que queráis profundizar en el tema de la historia del teatro en España, os recomiendo la visita del Museo del Teatro de Almagro. Buenos días y buena suerte
Pues sí, aunque ahora nos suene raro, las cofradías religiosas fueron las promotoras del teatro en el Siglo de Oro español y las que iniciaron un camino de organización y explotación nuevo en este sector. La vinculación del dinero recaudado en las funciones teatrales con el sostenimiento de hospitales y casas de caridad hizo el resto.
Los años no pasan en balde para esta sala teatral. La ausencia de reformas y su deterioro galopante acaban en su ruina, hasta tal punto que se ve obligado a cerrar en 1887. De nuevo ha de ser rehabilitado y esta nueva etapa contempla las interpretaciones de la gran María Guerrero, quien dará vida a las heroínas de las representaciones de la época.