Revista Cocina
Cuando pruebas tu propio pan, hueles el olor que inunda la casa mientras se hornea, te preparas unas tostadas con el pan que has hecho tu misma, en casa te piden más y solo quieren hacerse bocadillos con los panecillos que tú haces,
ENTONCES sientes una satisfacción tan GRANDE, tan GRATIFICANTE que compensa las muchas tonterías que tenemos que oír a lo largo del día… y quizás estas sensaciones sean las pequeñas-grandes cosas que nos da la vida y que tenemos que empezar a valorar, ¿no os parece?
De lo que estoy segura es que este fin de semana hornearemos mucho, mucho, para toda la semana.
Os invito a probar, cada hornada saldrá mejor, es cuestión de probar y de ir haciendo panes, si tenemos una panificadora nos ayudará mucho en el amasado pero no es imprescindible para hacer pan, descubrir el placer de amasar, de sentir como la masa va cambiando y adquiriendo el punto correcto, la milagrosa transformación de apenas tres ingredientes sencillos: harina, agua y levadura.
Esta es una receta básica de pan, para empezar es perfecta, ya tendréis tiempo de hacer masas mas trabajadas y complicadas, con masas madres o prefermentos, para empezar es estupenda y repetiréis como lo he hecho yo, estoy segura, es de Eva de Ma petite Boulangerie, como siempre éxito asegurado.
INGREDIENTES:
500 g de harina de fuerza
300 g de agua
10 g de sal
10 g de levadura fresca o 2 g de levadura seca
PREPARACION:
En panificadora:
Ponemos todos los ingredientes en la panificadora en el orden en el que aparecen, seleccionamos el programa 6 Masa en la panificadora de Lidl, es el programa de amasado y levado, dura 1:50 h.
Finalizado el programa sacamos la masa y desgasificamos, amasamos para sacar el aire.
Sin queremos una pieza redonda como la que he hecho yo, damos esta forma y ponemos en un banetton o en mi caso dentro de un escurridor de verduras untado con aceite y con harina, o podemos darle a mano forma redondo, después tapamos con un paño húmedo.
Dejamos reposar hasta que doble su tamaño, de 1 a 2 horas dependiendo de la temperatura que tengáis en la cocina.
Una vez ha doblado su tamaño, cogemos la bandeja de horno y damos la vuelta a la cesta o banettone sobre la misma para que nos quede el pan con la forma del interior de la cesta o banettone hacia arriba.
Hacemos los cortes y metemos a horno precalentado a 210º durante unos 35 minutos, Eva en su receta lo pone a 230º 45 minutos pero en mi horno tuve que bajar potencia porque era demasiado, quizás como es nuevo, no se pero ya sabeis que cada horno es un mundo.
Si queremos que la corteza quede más crujiente pondremos un recipiente con agua en el interior del horno para que haga vapor.
A mano:
En un recipiente amplio ponemos la harina mezclada con la sal, deshacemos la levadura en el agua y vamos incorporándola poco a poco a la harina hasta conseguir mezclar todos los ingredientes.
Cuando tengamos unidos todos sacamos la masa al banco enharinado y trabajamos hasta conseguir una masa homogénea.
Dejaremos reposar tapado hasta que doble tamaño, una vez lo haya hecho desgasificaremos, o lo que es lo mismo amasar unos minutos para sacar el aire a la masa, pero poco, no conviene amasar en exceso.
Volveremos a dejar que doble su tamaño de 1 a 2 horas y hornearemos como ya os he dicho mas arriba.
Como podéis ver es una receta muy sencilla y muy agradecida porque el resultado supera sin duda el trabajo que lleva.
Con esta receta también podéis hacer barras o panecillos, os saldrán igual de buenos.
Animaros a hacer pan que es un verdadero placer.
BUEN FIN DE SEMANA