Revista Cocina

Hojaldre relleno de crema de cafe capuccino

Por Carmenrosa @MicocinaCR

HOJALDRE RELLENO DE CREMA DE CAFE CAPUCCINO
Cuando la tarde languidece, renacen las sombras
en la quietud los cafetales vuelven a sentires la triste canción de amor de la vieja moliendaque en el letargo de la noche parece decir. Una pena de amor y una tristezalleva el zampo Manuel en su amargurapasa incansable la noche moliendo cafe.
Ella molía los oscuros y crujientes granos de café apoyando el molinillo en su vientre, dándole vueltas con energía y con tanto arte que lo usaba como melodía, acompañamiento de ésta vieja canción.
Mi madre era alta, hermosa, de tierna mirada y dulce sonrisa, a quien le gustaba canturrear en todo momento viejas canciones, con aquella voz melodiosa.   Disfruto recordándola, me viene a la memoria en cualquier momento del día, cuando creo verla en algunos de mis reflejos al mirarme al espejo o al contemplar a mi hija, que en gran medida es su vivo retrato; cuando entro en mi cocina y aspiro los olores, un sabor, un aroma, cualquier plato que ella me fuen enseñando.   Aquellas recetas sencillas, humildes, tradicionales que preparaba con tanto cariño.
Momentos que invaden mi alma.
Uno de esos olores es el café.
Ese intenso olor a café recién molido, que preparaba en su rojo pucherete, pasándolo a un jarrillo a través de un colador, donde quedaba la negra zurrapa.  Muchos días, por donde vivo suele oler intensamente a café, ése riquísimo olor que desprende el café recién hecho y aspiro profundamente, canturreo la canción y pienso: ya están tostando café.   Y es que hay un tostadero de café…uno de los poquísimos que quedan en la provincia de Málaga; aunque parezca inaudito aún lo tuestan aquí y se comercializa con un precioso nombre, Carambuco.Igual el nombre comercial, la empresa lo tomó de una de los oasis botánicos de la capital malagueña, la finca Carambuco; una hacienda casi limitrofe del tostadero de café.   Ésta hacienda ha sido y es el prototipo de finca que la burguesía malacitana de principios del siglo XIX, tenía en ésta zona de la capital; un espacio de gran belleza, una zona de protección arquitectónica, con hermosos jardines hispano árabes, con fabulosas y románticas avenidas de hermosos y centenarios árboles. La finca perteneció a la familia Gross,  a quiénes se la compró Julio Caro Baroja (historiador y antropólogo) gracias a su futuro vecino y gran amigo del hipanista Gerald Brenan; en élla se han cuajado múltiples libros de las letras españolas Carambuco, el nombre de ésta finca malagueña, nombre del café que la perfuma hoy en dia, junto con el olor de las acacias de las Indias, la “Acacia farnesiana”, ésa planta que los malagueños llamamos “mimosa”, de brillantes flores amarillas, apiñadas en densas y mullidas bolitas, muy perfumadas que con frecuencia cubren el árbol, dando la sensación de una masa amarilla, el carambuco. A carambuco y café huele las calles……y a café huele “Mi cocina” cuando preparo éste bocadito de hojaldre…..recordando a mi madre moliendo café, cuando languidece la tarde y renacen las sombras.¿Cómo lo preparé?Para quienes se aventuren a preparar el hojaldre, les aconsejo sigan estos pasos, ésta receta tan bien explicada por Sú, del blog Webos fritos, al que en anteriores ocasiones ya he hecho referencia.  Francamente, yo usé hojaldre (fresco, no congelado) de una reconocida “gran superficie” y he de ser sincera, el resultado es bastante bueno y rápido (esto último es obvio, cae por su propio peso).Cortar el hojaldre dándole la forma que gusten, en ésta ocasión los corté cuadrados.Pintarlos con huevo batido, meterlos en el horno, encima de papel especial para hornear y cocer durante unos quince minutos aproximadamente a 180º C (dependiendo del horno) o hasta que estén doraditos.Sacar y  dejarlos enfriar en una rejillaMientras preparar la crema:Mezclar con la batidora dos huevos, un vaso de leche, tres cucharadas soperas de azúcar, una cucharada sopera, rasa, de maizena y una cucharada sopera de preparado para “café capuccino” (lo venden en cualquier gran superficie), procurando que quede homogénea la crema. Ponerla en una cacerola y removiendo constantemente llevar a ebullición durante uno o dos minutos. Apartar del fuego y reservar.Cortar los cuadraditos de hojaldre por la mitad y rellenarlos con la crema, volverlos a cerrar y espolvorear con café soluble (usé Nescafé) (generosamente) y azúcar glas.
¡¡ Les deseo un dulce comienzo de semana !! 
HOJALDRE RELLENO DE CREMA DE CAFE CAPUCCINOHOJALDRE RELLENO DE CREMA DE CAFE CAPUCCINO 
Y como añoranza, he buscado en la red unas fotos exactas del tipo de molinillo y pucherete con el que preparaba mi madre el café.....

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