Hay días en que una se ríe de casi cualquier cosa que le pasa…hay días en los que no… Reírse es imposible y sólo queda utilizar el recurso psicológico de quitarle importancia cuando te encuentras con hombres maleducados hasta en la cama.
Siempre hablo de los hombres con un toque de “ironía” y un pelín “de mala leche” pero es que no hay un solo día en el que pueda hablar de uno sin que lo que cuente no sea una nueva decepción propia o ajena (a mí no me da tiempo a que me pasen tantas cosas…jajaja)
Vale que mi experiencia en el mundo de la noche es relativamente corta y hay cosas a las que no estaba acostumbrada (y no pienso acostumbrarme) y una vez que he “vuelto al mercado” pero os adelanto que los productos que están a disponibles no son para nada ni de mi gusto ni de la calidad que esperaba.
Si el hecho de aceptar y ver como normal lo que ocurre en torno a las relaciones esporádicas que duraban una noche ¡y si te he visto no me acuerdo! Joder ¿ahora resulta que ya no duran ni eso? (ya no duran ni una noche completa de cama) Pueden ser relaciones que duran unas horas o lo que al tío le apetezca (que parece que se acaba cuando ellos acaban… para no variar) porque tú estás allí para complacerle (¿Qué te pensabas bonita…que le interesas?…nooo) y lo demás a algunos tíos les importa una M…DA.
Ahora ya ni siquiera después de llevarte a la cama puedes esperar un mínimo de cortesía… ¡que no te has vestido y ya te están pidiendo un taxi! (basado en hechos reales)
Esto no es fuerte… es fuertísimo. No es que seas un “pasatiempo” o un rollo de una noche…eres lo que dura el polvo y ni siquiera eso… porque hay amantes que no comparten ni su cama (sólo les falta echarte un polvo en el descansillo de la escalera para que no invadas su espacio personal) y con toda la naturalidad del mundo después de polvo insinúan que quieren dormir… (Básicamente… que tú allí no pintas nada).
¿De verdad que yo soy la rara? ¿De verdad estamos degenerando en esto? Porque si esta es la “m…da” de hombres que quedan… ¡Yo me hago lesbiana!
No sé si es que los hombres se creen que somos las mismas mujeres que salen en las comedias románticas que cuando tienen más de 30 “se les pasa el arroz” y buscan desesperadamente un compañero para procrear y vivir en una cueva mientras van a la caza del mamut… (Os aseguro chavales, que no somos gilipollas ni os necesitamos para tener hijos ni queremos volver a la época prehistórica) porque entre los que huyen de las relaciones formales y los que aun siendo un simple “polvo de una noche” te tratan como si por dedicarte 5 minutos de cariño o atención “postcoital” te fueras a quedar “pillada” por ellos de por vida.
El problema no creo que sea mi manera de pensar (porque os juro que me siento indignada con las cosas que me cuentan y a veces con las que me pasan) Posiblemente haya muchas mujeres que acaban sintiéndose denigradas ante semejantes experiencias y por vergüenza se lo callan. Es triste que no haya educación sexual para esto… (Les enseñan a ponerse un condón pero no les enseñan cómo tratar a la persona con la que te acuestas.)
Una vez escribí un artículo sobre cómo ser un buen amante y la verdad…que no cumplas los requisitos mínimos para llevarte una mujer a la cama ¡es de coña! ¡El tamaño caballeros no es lo único que nos importa!
Una cosa es la libertad de acostarte con quién quieras, cómo quieras y todo lo demás… otra cosa muy distinta es llegar a considerar las relaciones sexuales como si fueran un derecho a tener tu orgasmo y a la otra ¡que le den morcilla!
El sexo es maravilloso si lo hacemos en igualdad de condiciones, pero a veces parece que estamos hablando de “traficar” con nuestro cuerpo cuando te encuentras con tíos de semejante calaña: Te invitan a cenar y casi pactando un polvo de postre (no vaya a ser que cocinen para nada) te hacen el típico juego de conversaciones previas, cenas, te fumas un cigarro y ya están intentando llevarte a la cama.
¿Alguna vez os habéis sentido “obligadas” por la situación? Seguro que muchas mujeres saben perfectamente de lo que estoy hablando. Cada vez siento más ganas de dejarlos tirados con la comida servida en el plato y con una bofetada en la cara.
Hay hombres que jamás de los jamases podrán tratar con dignidad a una mujer. Se quejaban de que antes éramos difíciles y que llevarnos a la cama era un trabajo “digno de mención” (lo mencionaban a todos sus colegas a los 5 minutos de bajarte las bragas) ¿Qué coño queréis que seamos ahora? ¿Unas “prostitutas” (perdón por la expresión) de ésas a las que no tenéis que dejar un billete en la almohada? ¿Os sentís menos capullos si nos compráis con una cena o una copa? ¡Pero qué mala educación colegas! Que te invitan a su casa a cenar y te ponen un taxi en la puerta a las 4 de la mañana…. ¡Y les da lo mismo si vives a 2 metros o si vives en Parla! ¡Por supuesto que la carrera del taxista la pagas tú….por encima “palmas pasta”!
Habrá quién prefiera este tipo de relaciones que roza totalmente lo impersonal y donde no tiene cabida ningún tipo de afectividad… (La meten y la sacan ¿para qué quieren más?) Pero me niego a pertenecer a ese tipo de mujeres víctimas de “cabrones” que no saben si se acuestan con una persona de carne y hueso o con una muñeca hinchable…
Y para terminar…sé que hay muchísimos hombres maravillosos que sí tienen empatía, educación y clase… Los hay, lo sé. Pero quiero dejar claro que a mi entender… tanta liberación sexual, tanto “aquí te pillo aquí te mato” a mí me deja helada.
Posiblemente algún caballero se sienta ofendido (lo siento profundamente) y sin querer generalizar, pero estoy seguro que habrá más mujeres que en vez de ofendidas se sientan identificadas. Y si no, que se lo pregunten a la chica que pagó la carrera del taxi a las 4 de la mañana.