Revista Cultura y Ocio

Hombres tóxicos y mujeres imán

Publicado el 09 diciembre 2014 por Águeda Lorena García González @aguedlgg

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Son repeticiones sistemáticas de la conducta masculina: el seductor, el picaflor, el amigo, el rollo de una noche… Todos tienen un patrón a la hora de ligar ¿Los reconoces cuando los ves? Si estuviesen etiquetados  adecuadamente molarían mucho más.

Las relaciones llegan y se van. No hay un referente en cuanto a la duración de las mismas pues un rollete te puede durar 2 horas, 3 semanas o 4 meses sin necesidad de que se pacte nada y sin que nadie exija más de lo que hay.

¡A mí lo de los acuerdos tácitos e implícitos sin que ninguno abra la boca me encantan! Eso quiere decir que los dos os entendéis de maravilla. Todo un lujo viendo los tíos chungos que te puedes encontrar.

Ahora bien… la evolución de estas relaciones deja a cada uno de esos hombres en diferente lugar.

Tanto nosotras como ellos actuamos siempre de una manera precisa en función de los intereses que tengas hacia esa persona. Dependiendo de tu manera de actuar podemos colocarte en una categoría: nosotras podemos ser la típica “mujer tocada emocionalmente” (buscamos un osito de peluche y un masaje en los pies… no estamos preparadas para el sexo) “mujer que usa a los hombres como a un “klenex” (no son las más habituales pero también las hay), princesita buscando desesperadamente un príncipe (esta no se ha leído mis post todavía) o la “femme fatale” que los trae a todos por la calle de la amargura (siempre quise ser como Gilda…)

 Sí, nosotras jugamos nuestro papel según nos conviene, pero en nuestro caso creo que somos un poquito “menos perras”. Ellos pueden ser como nosotras con la diferencia de jugar a 3 bandas y no querer perder en ninguna. Por lo poco que entiendo de futbol ¡Como te pille el linier…te pita corner o saque de banda!

Ellos se clasifican de forma muy concreta y no hace falta ningún Eneagrama para etiquetarlos con Denominación de origen. Denominador común: Todos quieren llevarte a la cama.

 Están los “músicos de orquesta”: que llegan, tocan y se van. Sí, hay muchos que se dedican al turismo emocional y van por la vida picando aquí y picando allá sin necesitar nada más para sentirse bien consigo mismo. Ni piden explicaciones ni las dan…así como vienen se van y “aquí paz y después gloria”. Son los típicos tíos que en cuanto salgan por la puerta no volverán a comunicarse contigo y agradecerán que tú no lo hagas.

Tenemos al “#amigo”: Para su desgracia nunca va a pasar a un lugar distinto o con más cercanía sentimental. No hay química entre vosotros o si la hay es sólo por su parte y nunca bidireccional. Tú sabes que por mucho que te esfuerces, no te sube la libido y contra eso no podemos luchar. Típico hombre que les gusta a las madres y a las abuelas pero que a ti… nada de na’.

Ellos son los hermanos que nunca tuvimos o el amigo al que llamamos cuando algo se rompe y no sabes por dónde empezar. A veces me pregunto porqué no me enamoro de ese tipo de hombres pues son con mucha diferencia los que mejor te tratan, los que más te cuidan y no piden mucho más.

Están los clásicos “#amigos con derecho a roce”: este tipo de hombres pueden ser una inversión segura. Porque si has hecho una elección correcta puedes obtener un 2×1 versión Carrefour. Pueden ser tanto amigos como amantes. Puedes llamarlos y pedirles un favor, puedes contarles casi cualquier cosa, tomarte un café, unas cañas, ver una pelí en el sofá y por supuesto disfrutar del “tema” en cuestión sin ningún tipo de preocupación…roce y mucho más que roce.

Aquí discrepo un poco con otras mujeres, pues el término “follamigo” (un clásico donde los haya) para mí no tiene validez: Mis amigos no entran en mi cama y los amantes que pasan la barrera del sexo en repetidas ocasiones son candidatos perfectos a posible relación o a que al menos uno de los dos lo considere como tal.

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 Y por último están los hombres “#tóxicos”: Sabes desde el momento 0 que ese hombre no va a traer nada bueno a tu vida. Lo sabes, lo intuyes, todas tus amigas te dicen “olvida a ese tío” pero para cuando has decidido parar ya estás más pillada que un gato negro bajo la rueda de un Land Rover.

Son hombres que desde luego tienen alguna tara emocional: Son aparentemente perfectos, claro que “las apariencias engañan” y “para muestra un botón”. Son hombres tan especiales que te hacen sentir idiota…pero idiota de verdad. Porque no consigues adivinar qué es lo que quieren, que es lo que buscan o lo que esperan de ti.

 No quieren simplemente sexo… porque no lo demandan de forma explícita ni con frecuencia (me hace pensar que te toca una vez cada dos meses porque tienes 60 tías por delante en su polvoagenda) no quieren una relación porque no les interesas como pareja y tampoco quieren una amistad de “follamigos” porque son poco comunicativos y con enviar un mensaje a la semana van servidos.

Y por si tienes la genial idea de “mandarlos a paseo” no, no te lo van a poner fácil…aparecen en los momentos más insospechados, te escriben cuando ya los has borrado de tu agenda y tienen la capacidad de mostrarse serenos como si la loca fueses tú ¡Que ves elefantes que vuelan porque el pobre chico no ha hecho nada! ¿Cómo te vas a cabrear? Anda ya!!

 Que estoy por llevar una DYMO en el bolso y ponerles etiquetas a todos los hombres, porque te evitas malos entendidos, pérdidas de tiempo y sobre todo no hay confusión… yo sólo quiero un hombre con las ideas claras… Joer ¿Dónde leches estáis?

 


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