Revista Ciencia

Homo erectus

Por Laurapalau

Quién: Homo erectus
Cuándo: 1'9 millones- 300.000 años
Dónde: norte, este y sur de África; Asia occidental (Dmanisi, República de Georgia); Asia oriental (Indonesia y China)
Qué: restos craneales y postcraneales

Los fósiles que conforman esta especie son los más antiguos que guardan proporciones más cercanas a las del género humano: brazos más cortos y piernas más alargadas en relación al torso. Esto debió derivarse de una vida más adaptada al suelo, que no requería de modificaciones esqueléticas propias del desplazamiento arborícola. Homo erectus podía caminar en posición bípeda e incluso correr distancias relativamente largas.

Comparado con fósiles más antiguos, su caja encefálica era proporcionalmente más grande en comparación al tamaño de la cara. Presenta una gran variabilidad en lo que al peso y a la estatura se refiere: entre 145 y 185 centímetros y de 40 a 68 kg de peso. Cabe destacar que la mayoría de fósiles no han podido ser sexuados; no obstante, los fósiles recuperados en África presentan mayor tamaño que los asiáticos.

Las primeras evidencias de esta especie fueron descubiertas a finales del s. XIX en la isla de Java, entre 1891 y 1892: aparecieron varios dientes, un fémur y una calota craneal que se atribuyeron a la especie Pithecanthropus erectus. Con el paso de los años llegaron a recuperarse un total de 12 especímenes en diferentes localidades de la zona, que no se atribuirían al género Homo hasta 1940. También aparecieron fósiles de esta especie en China: en los yacimientos de Hexian, Yunxian o Yuanmou, por ejemplo.

En Kenia se recuperaron restos afines que se han atribuido, sin embargo, a la especie denominada Homo ergaster. En la zona de Dmanisi, de donde es originario el Homo georgicus, datado en 1'8 millones de años, encontramos la transición hacia el erectus oriental pero manteniendo una relación con Homo habilis.

Así pues, en el estudio de la evolución humana es posible aventurar el camino que recorrieron los homínidos evolucionados de Homo habilis que dejaron África, donde siguieron evolucionando como Homo ergaster, para dispersarse por Asia y convertirse en Homo erectus.

Aun así, la transición de Homo habilis a Homo erectus no parece directa, sino mediante algún nexo de unión como Homo rudolfensis. Además, existen fósiles recuperados en la zonan de Ileret que apuntan hacia una convivencia entre ambas especies que duró casi medio millón de años.

Otro debate abierto en torno a esta especie consiste en la presencia de Homo erectus en África y si estos fósiles deben asimilarse a Homo ergaster. Los fósiles africanos de este conjunto comparten rasgos con los de Asia oriental: por ejemplo, un torus supraorbital grueso o un cráneo alargado. Pero también tienen características que señalan ya hacia Homo sapiens, como la disposición de los huesos parietales y su tamaño.

Existen muchísimas preguntas sobre Homo erectus que los investigadores todavía no han podido resolver: ¿hubo una única especie con una gran variedad regional que se expandió por África, Georgia y Asia, o bien nos encontramos ante diferentes especies poco representadas que hemos aglutinado bajo el denominador común de Homo erectus? ¿Puede relacionarse a esta especie con el manejo de la industria achelense? El camino para trazar el delicado proceso de la evolución humana es largo y complejo y el caso de esta especie es un buen ejemplo de ello.

Para saber más:

  • Arsuaga, J. L. y Martínez, I. (1998). La especie elegida. Madrid: Ediciones Temas de Hoy
  • Asfaw, Berhane et.al. (2002) "Remains of Homo erectus from Bouri, Middle Awash, Ethiopia"; Nature 416: 317-320
  • Carbonell, Eudald (2005) Homínidos: las primeras ocupaciones de los continentes: 349; Barcelona: Ariel
  • Spoon, F. et al. (2007) "Implications of new early Homo fossils from Ileret, east of Lake Turkana, Kenya"; Nature 448: 688-691
  • Swisher, Carl C. (1996) "Latest Homo erectus of Java: Potential Contemporaneity with Homo sapiens in Southeast Asia"; Science 274 (5294]: 1870-1874

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